En la vida de una persona ocurren diferentes situaciones, algunas de ellas causan dolor. Y quiero compartir mis experiencias, contarle a alguien sobre ellas. Pero puede que no haya una persona cercana que esté lista para escuchar esto, que lo entienda y lo apoye.
Los enfermos deben ser compartidos, las emociones deben desecharse y no guardarse en uno mismo. Y es el dicho el que da mejores resultados. En este caso, los amigos son un gran apoyo, pero si no están, no debes molestarte, hay otras formas de compartir tu tristeza.
Letras
Cuéntese sobre sus dificultades y experiencias, pero no solo frente al espejo, sino en letras. Puedes compartir contigo mismo, pero a una edad diferente. Escríbete a ti mismo cuando eras joven oa ti mismo en un par de años. Habla de lo que te está pasando, elige palabras para expresar todo lo que se ha acumulado en tu alma. En el proceso, puedes llorar, reír, solo es importante extraerlo, para que las emociones tengan la oportunidad de salir.
Puedes simplemente escribir en un diario. Empiece un diario grande o un cuaderno bonito y, como en su juventud, anote todos los acontecimientos del día. Es importante no concentrarse en nimiedades, sino en experiencias. Puedes escribir sobre quienes te rodean, culparlos o lamentarte por no compartir su opinión. Llevar un diario es una oportunidad para distraerte, y aquí es importante no hacerlo todos los días, sino elegir tu horario como quieras, y llevarlo en la mano. Pero trate de que nadie lo lea.
Psicólogo
Recuerde que hay una profesión especial: un psicólogo, se dedica a escuchar a otras personas. Su trabajo no es solo aprender sobre los problemas, sino también ayudar a resolverlos. Puede encontrar un especialista de este tipo en casi cualquier ciudad. Hay centros psicológicos donde hay diferentes maestros en su oficio. Puede encontrar consultas tanto de pago como gratuitas.
El médico no solo escuchará, sino que también ayudará a eliminar el dolor, hará las preguntas correctas y le aconsejará sobre cómo comportarse mejor. Tal comunicación le permite cambiar su vida en unos meses, devolverle la alegría y el deseo de realizarse en ella.
Naturaleza
Puede hablar no solo con personas, sino también con animales y plantas. Para no sufrir solo, consíguete un perro o un gato. Estas increíbles criaturas están muy apegadas a sus dueños, disfrutan pasar tiempo juntos y son excelentes oyentes. Por supuesto, no te responderán como persona, pero nunca te ofenderán, alegrarán tu vida, te traerán alegría.
Si los animales requieren mucho cuidado, entonces las flores son menos caprichosas. Consíguete plantas verdes, riégalas y comparte tus alegrías y tristezas. Trasplantar, fertilizar, fumigar es calmante. Cualquier trabajo con el suelo te permite armonizar tu condición. Y si duele mucho, ve a la flor y toca la tierra con los dedos. Simplemente manténgase en contacto con el suelo y se sentirá mejor de inmediato.