El humor es capaz de calmar una situación o un conflicto incipiente, dar cierta fuerza para resistir los fracasos y las situaciones difíciles de la vida. El humor hace que las personas sean más abiertas y amigables y les permite verse a sí mismos y a los demás sin juzgar, agresión o ira.
Una persona con humor es apreciada por muchos como un psicólogo sutil que puede ayudar a ver cualquier situación desde un ángulo completamente diferente, hablar con calma y alegría sobre lo que parece ser serio.
Una persona con sentido del humor puede elevar rápidamente su propia autoestima con una broma ingeniosa y restaurar la paz mental y el equilibrio. Es más fácil para esas personas resolver problemas complejos, pueden reírse de sus propios fracasos y encontrar formas nuevas y no estándar de hacer el trabajo. Atraen la atención de los demás y afectan su estado emocional. Muchas personas, hablando en público, intentan agregar chistes, historias divertidas interesantes o incidentes divertidos a su discurso, calmando así el ambiente y conquistando a la audiencia.
El humor puede relajar a una persona y distraerla de una situación difícil que ha surgido en la vida. Con la ayuda del humor, puede deshacerse del estrés, encontrar una solución y una salida incluso en situaciones desesperadas.
Incluso Freud dijo que el humor es capaz de liberar nuestros impulsos secretos, sin provocar reclamos del "Arriba yo". Quizás por eso se cuentan muchas anécdotas sobre temas indecentes o se habla de deseos agresivos, prohibiciones y fantasías, porque con la ayuda de una broma se puede contar lo que no es aceptado abiertamente en la sociedad. Y Freud también creía que las anécdotas obscenas que se le cuentan a una mujer son un signo de deseo sexual velado.
Muchas bromas y anécdotas pueden eliminar por completo la prohibición de un tema tan emocionante y misterioso como la muerte. Y esto le permite ver de manera completamente diferente lo que es inevitable para una persona.
Además, con la ayuda del humor, una persona crea empatía y la capacidad de empatizar con él. Cuando las personas están en el mismo espacio y se ríen de lo mismo, se crea un sentimiento de cercanía y similitud de puntos de vista sobre la vida y la realidad circundante.
El humor a menudo te invita a pensar profundamente en tus valores, sentimientos y deseos. Es capaz de unir a las personas y resolver una situación de conflicto. Parecería que nada ha cambiado, pero una persona tiene la sensación de que el mundo se ha vuelto un poco diferente: más tranquilo, equilibrado, tolerante. Se ha notado que en las familias donde reina un ambiente lúdico, rara vez hay peleas y los matrimonios prácticamente no se rompen.
Los expertos aconsejan a las personas que bromean y se ríen un poco, que carecen de sentido del humor en la vida, que imaginen diferentes situaciones de la vida de una manera diferente.
Vale la pena fantasear e imaginar que tu jefe, por ejemplo, se encuentra en una situación divertida o ridícula que te hace divertirte. Puedes hacer un dibujo o hacer un pequeño collage lúdico con fotografías de tu jefe o compañeros de trabajo, o quizás de familiares o amigos con los que no tienes muy buena relación ahora. Y aunque el efecto de tales ejercicios puede ser muy breve, aún habrá relajación, después de lo cual será posible mirar a una persona o situación de una manera completamente diferente.