Todas las personas tienen rasgos de carácter individuales que deben tenerse en cuenta al comunicarse. El conocimiento de los tipos de temperamento y sus rasgos característicos de comportamiento ayudará a evitar malentendidos y a encontrar rápidamente un lenguaje común.
Instrucciones
Paso 1
Al tratar con una persona colérica, estará constantemente en un estado tenso, sin saber qué esperar de él en el próximo momento. Tiene el temperamento más brillante y expresivo. Esta persona es tan activa y móvil que parece que está dotada de capacidades súper energéticas. A las personas coléricas les encanta defender sus intereses, participar en todos los eventos sociales y son propensas a la competencia. Se caracterizan por cambios repentinos de humor y expresión violenta de emociones. Una persona colérica puede “mover montañas” para lograr sus propios objetivos, regocijarse sinceramente y regañar ferozmente.
Paso 2
En compañía de una persona optimista, te resultará fácil y cómodo. Es interesante comunicarse con una persona así y no puede tener miedo a las situaciones de conflicto. Las personas sanguinarias son sociables y creativas por naturaleza. Se adaptan fácilmente a cualquier situación. Las personas sanguinarias aman la variedad y ellos mismos se esfuerzan por crear cambios en sus vidas. La actividad prolongada y monótona les molesta, y luego las personas optimistas dirigen su atención a algo nuevo.
Paso 3
Si aparece una persona flemática entre sus conocidos, entonces aprenda a no sorprenderse de que esta persona no muestre emociones. Las personas flemáticas están algo inhibidas por la naturaleza y perciben lentamente la información que reciben. Además, en la comunicación, no se apresuran y reflexionan cuidadosamente sobre sus respuestas. Una persona flemática no tolerará si intenta convencerle de algo, ya que es preferible que se adhiera a su propio punto de vista. En la comunicación, no acepta la presión psicológica. Una persona flemática no es capaz de cambiar abruptamente a otro tipo de actividad: necesita que se le dé tiempo para sintonizar algo nuevo, no para distraer o molestar. Sin embargo, posteriormente, las personas flemáticas resultan ser muy asiduas y pueden trabajar duro durante mucho tiempo hasta lograr el resultado deseado.
Paso 4
Cuando aparezca una persona melancólica en tu compañía, muéstrale una atención y actitud especial. Las personas melancólicas son muy sensibles a las emociones de los demás. Son capaces de ofenderse por una bagatela insignificante, al menos en opinión de personas que tienen diferentes temperamentos. Son por naturaleza propensos a la tristeza y no les gustan las emociones violentas. Sin embargo, el melancólico puede convertirse en un amigo muy devoto. Siente el estado de ánimo de una persona cercana a él y está sinceramente dispuesto a ayudar en una situación difícil. Vale la pena considerar que el melancólico es más susceptible a estados depresivos, y sus condiciones de actividad deben excluir la posibilidad de situaciones estresantes.