Una persona puede tener una crisis en su vida. Los psicólogos los asocian con diferentes períodos: con la edad y los cambios en las circunstancias de la vida. Cuando alguien de la familia está pasando por un momento así, puede que no sea fácil para todos los que lo rodean, pero se puede solucionar.
La crisis personal es un período de repensar los valores, este es el momento en el que una persona comienza a mirar las cosas de manera diferente, cambia sus opiniones y deseos. La transformación puede ser dramática o parcial. Al mismo tiempo, todo lo que está disponible puede comenzar a parecer insignificante y aburrido.
El impacto positivo de la crisis en la familia
A veces, una persona comienza a darse cuenta de que las personas cercanas son muy importantes en la vida. Todo termina en algún momento, y si no mantienes el equilibrio, si no echas una mano amiga, no hablas de amor y no dedicas tiempo, el estado de prosperidad puede terminar. En este caso, la familia comienza a ocupar el primer lugar en las prioridades, lo que significa que todo lo demás pasa a un segundo plano. Este es un desarrollo positivo para un compañero de vida, los niños. Este es el momento que fortalece la unión, le da un segundo aire.
La sobreestimación tiene un efecto positivo si una persona aprende a mirar el mundo sin ilusiones. Los sueños irrealizables dan paso a metas reales, aparecen tareas específicas que realmente pueden cambiar tu vida. Esto conduce a un cambio de trabajo, una dirección de actividad, pero esto conduce a un aumento de los ingresos en el futuro, un fortalecimiento de la posición en la sociedad. Tanto la mujer como el hombre ganan en este caso, porque es mucho más fácil partir no de fantasías, sino de la realidad.
El impacto negativo de la crisis en la familia
Pero hay ocasiones en las que una persona se da cuenta de que la familia se ha convertido en una carga para él. Se da cuenta de que ha pasado demasiado tiempo construyendo algo que ya no tiene valor, no es valioso. Esto puede suceder donde el amor ya ha terminado y solo el hábito ha venido a reemplazarlo. Repensar conduce al divorcio, cambios en el estilo de vida y esto es muy doloroso para quienes lo rodean.
La decepción en la vida también tiene un impacto negativo. Si la crisis se prolonga y, como resultado, una persona pierde el deseo de vivir, cae en depresión o apatía. Al mismo tiempo, es posible que no trabaje, no haga nada en la casa y no se esfuerce por nada. Se convierte en una carga muy pesada para los seres queridos, porque hay que alimentarlo, escuchar las constantes quejas y reclamos de los demás. Si esto dura mucho tiempo, es posible que los seres queridos no lo soporten y abandonen el vínculo del matrimonio. Al mismo tiempo, una persona que está experimentando un replanteamiento solo caerá en un pozo emocional aún mayor, del cual es posible que no pueda salir.
Cómo sobrevivir a una crisis
Si la persona atraviesa un período difícil, no interfiera. Las experiencias se desarrollan en el interior, es difícil explicarlas y muchas veces no es necesario hacerlo. Trate de dejar a un miembro de la familia solo por un tiempo, luego se recuperará. No piense en cambios de vida importantes durante este período, deje de mudarse, reparaciones importantes o compras importantes.
Presta más atención, pero no impongas, solo mantente ahí. Rodéalo de cariño, cariño y comprensión. Trate de no pelear ni crear situaciones estresantes. Y no molestes al otro con tus quejas, después de un par de meses te lo agradecerá.