No hay nada peor que la indiferencia. Representa un vacío espiritual, la indiferencia hacia todo. Es necesario luchar contra esta condición, la oración y las buenas acciones pueden ayudar en esto.
No hay peor manifestación del alma humana que la indiferencia. ¿Qué hacer cuando nadie se preocupa por nadie, cuando todos están ocupados solo con sus propios problemas? En el mundo real, todo es demasiado simplista. Lo más importante no es la preocupación por la espiritualidad, sino la preocupación por la comodidad física. Una persona contenta no es capaz de amar, tener piedad, compasión, misericordia. Un derivado de la indiferencia es la crueldad. Las personas más crueles son aquellas que no han experimentado sufrimiento y dificultades en sus vidas.
Luchar contra la indiferencia es difícil, pero posible. Primero necesitas aclarar ciertos puntos por ti mismo.
Identificar los orígenes de la indiferencia
A menudo es causado por relaciones familiares. Quizás reinaba una atmósfera de indiferencia y desapego entre los parientes cercanos, el niño se quedó solo. A menudo, este sentimiento nace de un sentimiento de soledad e inutilidad.
Realizar una introspección profunda
En primer lugar, debe analizar sus sentimientos y comprender de dónde proviene este estado mental. Quizás este sea un mecanismo de defensa contra la acción de algún factor externo negativo para ti.
Sea crítico con sus propias deficiencias
Para comenzar a luchar con indiferencia en ti mismo, primero debes reconocer su presencia. Un psicólogo o un ser querido puede ayudar con esto. Se cura con misericordia y buenas obras.
Si no luchas contra esta manifestación negativa, sino que la cultivas en tu alma, esto puede destruirte como persona espiritualmente.