El mal humor es familiar para casi todos: una persona se encuentra con demasiados factores molestos todos los días. Sin embargo, con demasiada frecuencia escuchas: "Tengo depresión". Aprender a distinguir entre estos dos fenómenos es muy importante, porque el mal humor tarde o temprano será reemplazado por uno bueno, y la depresión requiere un tratamiento serio.
Que es que
El mal humor no necesita mucha presentación. Con demasiada frecuencia la gente se enfrenta a este fenómeno. Cuando una persona está de mal humor, está molesta, deprimida, enojada, enojada. Por ejemplo, tus compañeros de trabajo pensarán que estás de mal humor si reaccionas agresivamente a sus palabras, si estás molesto y no quieres que se te acerquen en absoluto.
Pero la depresión es un fenómeno más complejo y grave. La depresión es un trastorno mental caracterizado por la llamada tríada depresiva: pérdida de interés en las actividades habituales y en la vida en general, ralentización de la actividad mental y retraso motor.
Uno de los principales signos de depresión es una disminución del deseo sexual y, en consecuencia, una disminución de la actividad sexual.
Signos y diferencias
El mal humor se puede distinguir de la depresión de muchas formas.
Primero, de mal humor, una persona no necesariamente experimenta retraso motor. A menudo, por el contrario, la agresión o la irritación provocan movimientos y gestos bruscos y bruscos. En la depresión, la persona está tan deprimida que su estado de ánimo se refleja en la actividad física.
De mal humor, una persona a menudo llora, quiere hablar, "llora en un chaleco", comparte sus experiencias con los demás. Una persona que experimenta depresión, muy probablemente, no se lo dirá a nadie, no llorará a menudo, se vuelve demasiado indiferente a todo lo que lo rodea. Esto también se expresa en una caída en la autoestima: una persona que sufre de depresión se culpa a sí misma no solo de todos sus problemas, sino también de casi todas las catástrofes del mundo.
Con la depresión, una persona desarrolla una indiferencia persistente hacia lo que sucede a su alrededor. De mal humor, admite que se sentirá mejor si cambian sus circunstancias externas. La depresión lleva a una persona a tal melancolía que ningún cambio externo trae alegría, solo indiferencia y depresión.
La palabra "depresión" proviene del latín deprimo - "suprimir, aplastar", que caracteriza con bastante precisión el estado de una persona que padece esta enfermedad.
Los psicólogos dicen que si tiene dudas sobre si está deprimido o de mal humor, entonces está de mal humor. Una persona que sufre de depresión, en principio, no hace tales preguntas, está demasiado convencida de que todo es desesperado y no hay brecha por delante. Es por eso que la depresión desencadena pensamientos suicidas.
En cualquier caso, si sospecha que está deprimido, conviene ponerse en contacto con un buen especialista para prevenir el posible desarrollo de la enfermedad.