¿Cuántas veces te has hecho una promesa a ti mismo de comenzar una nueva vida? ¿A partir del próximo mes, lunes o año nuevo? Si lograste cumplir incluso una de tus promesas: una tormenta de aplausos en tu honor, tienes una fuerza de voluntad de hierro. Si las promesas siguen siendo palabras en voz alta, no se apresure a reprocharse su voluntad débil. Cambiar hábitos es una tarea difícil para el 99% de las personas.
¿De dónde vienen las piernas de un hábito?
El hábito es una segunda naturaleza o, en términos científicos, un cierto patrón repetitivo de comportamiento, apoyado por experiencias emocionales. Un hábito ocurre cuando hacemos algo de forma regular. Cualquiera de nuestras acciones contribuye a la creación de nuevas neuronas en el cerebro. Este es su flujo de trabajo habitual.
¿Por qué lo necesita el cerebro? El cerebro busca automatizar cualquier acción con el fin de reducir los costos de energía y el tiempo en caso de ejecución repetida de cualquier acción. Recuerde lo difícil que es por primera vez en su vida completar cualquier empresa, como ponerse al volante de un automóvil. A medida que se repite la acción, el cerebro se acostumbra y aparece una habilidad, no da miedo conducir un automóvil. Asimismo, se forma cualquier hábito, bueno o malo.
Por ejemplo, el hábito del consumo excesivo de dulces puede basarse en una necesidad insatisfecha de amor y cuidado, que el cerebro ha aprendido a compensar de esta manera. Las emociones también juegan un papel importante en la formación de hábitos. Todas las personas son seres sensuales, por lo tanto, las acciones habituales que están coloreadas de manera brillante por las emociones se arreglan más rápido y son más persistentes. Esta, por ejemplo, es la clave para la formación de adicciones a la comida, el alcohol, la nicotina. Todas estas sustancias pueden afectar los centros del cerebro y causar impresiones vívidas en las personas.
Lucha en igualdad de condiciones
¿Cómo superar los malos hábitos que le impiden cumplir las promesas que se hizo a sí mismo sobre una vida activa y saludable? Se cree que se forma un hábito en 21 días. Esta declaración tiene una base, pero no funciona para todo. Por ejemplo, la adicción al tabaco estable se forma en 4 semanas y la adicción al alcohol, en unos pocos años. El tiempo de formación del hábito depende del sujeto, la motivación, las características individuales de los procesos neuroquímicos y neurofisiológicos y algunos otros parámetros.
En consecuencia, se pueden formar hábitos complejos pieza a pieza. Entonces, por ejemplo, si su objetivo es hacer ejercicio todos los días, comience poco a poco, como el ejercicio diario de cinco minutos. Además, es importante desarrollar su propio sistema de recompensa y refuerzo positivo. Esta es la "recompensa" que recibirá como resultado de realizar cualquier acción. Así, por ejemplo, haciendo ejercicios por la mañana, conseguirás vigor y bienestar durante todo el día, además de empezar a sentirte mejor contigo mismo. El bienestar y el respeto por uno mismo son en este caso un refuerzo positivo natural. También puede aumentar artificialmente su respuesta emocional positiva a la acción, como hacer ejercicio con su canción favorita o recompensarse con algo después del ejercicio. ¡Ciertamente no pastel y hamburguesa!
Después de un tiempo, la conexión "ejercicio - placer" se volverá lo suficientemente fuerte y el hábito se estabilizará, y le resultará difícil imaginar la mañana sin un calentamiento. Desde el principio, por supuesto, será difícil. El cerebro necesita formar nuevas conexiones neuronales. Pero cuanto más se esfuerce y ejerza su voluntad, más fácil le resultará desarrollar hábitos saludables. Por tanto, si decides emprender el camino de transformarte, no te demores y no "lo pongas en un segundo plano". ¡Ve a por ello! Después de todo, el camino lo dominará el que camina.