El hombre dejó de apreciar la verdadera felicidad y se apresuró a buscar la riqueza material. Poder ver, oír, hablar ya es felicidad. Incluso la vista del sol naciente puede dar muchas emociones positivas si una persona tiene armonía en su interior.
Si miras a tu alrededor, puedes ver cuántas personas infelices que parecen tener todo lo que necesitan, pero por alguna razón no sienten alegría al mismo tiempo. Paradoja. Para que una persona sea feliz es suficiente dormir y comer bien, otra necesita tener una empresa o una fábrica, o conducir un automóvil que cuesta varios cientos de miles de dólares.
A cada uno lo suyo
Cada persona tiene su propia idea de la felicidad y un cierto nivel de ambición. Hemos olvidado cómo disfrutar de la lluvia, el leve aullido del viento, una baratija comprada en una tienda que le gustará a nuestro hijo. El ritmo acelerado de la vida, los flujos de diversa información agresiva nos hacen constantemente hacer algo y apresurarnos a alguna parte. En este torbellino, es bastante difícil alegrarse de cosas nuevas, buenos eventos, conocidos interesantes.
Además, la opinión pública literalmente dicta a cada persona "quitarle todo a la vida". Pero nadie dice qué se entiende por "todo". Incluso teniendo todos los bienes materiales, es poco probable que una persona experimente la felicidad si hay vacío en su interior. Esto significa que necesita llenar su vida de espiritualidad: leer más, comunicarse con personas interesantes, estar en la naturaleza, tratar de darles a las personas emociones positivas, disfrutar del sol y la lluvia.
Cuando le hacemos algo agradable a alguien, se siente una gran oleada de alegría, la persona se vuelve más feliz y armoniosa. Ayudar a otra persona, dado desde el corazón, da un estado de felicidad.
La vida es bella
Por alguna razón, la humanidad ha dejado de darse cuenta de lo hermosa que es la vida, lo buena y perfecta que tiene, creada por alguien invisible.
Para que sea más fácil entender lo maravillosa que es la vida, basta con cerrar los ojos y no abrirlos durante una hora, imaginando que has perdido la vista. ¿Cómo puedes vivir sin ver el hermoso cielo, los colores brillantes del atardecer, el follaje verde, el rostro de tu ser querido?
Puede taparse los oídos con algodón y pasar todo el día sin escuchar ningún sonido. Es difícil vivir sin el trino de un pájaro, sin la música de Mozart, sin las canciones de tu intérprete favorito.
Una persona no aprecia lo que tiene, y cuando se pierde, llora. Para encontrar la felicidad en todo, es necesario comenzar a apreciar el proceso mismo de la vida, cuando existe la oportunidad de ver el esplendor del mundo, escuchar una variedad de sonidos, pensar y transmitir sus pensamientos a los demás a través de su voz.
Todo esto es mucho más importante que la popularidad, la abundancia de dinero en nuestros bolsillos y otros atributos de nuestra vida.
Incluso si alguien te ofende inadvertidamente, puedes intentar experimentar la felicidad, ya que la franja oscura siempre va seguida de la luz. La próxima vez habrá un regalo de alguien o buenas noticias.