Intelectualmente, la gente entiende que es imposible complacer a todos, pero en el fondo, muchos tienen una necesidad irracional de que los demás los amen. Puedes llegar a un compromiso contigo mismo: conviértete en una persona agradable y gana la simpatía de la mayoría de las personas que te rodean.
La amistad comienza con una sonrisa
Las personas tienen un letrero que muestra una buena actitud y es comprensible para todos: esto es una sonrisa. Pero una sonrisa insincera y tensa en el trabajo difícilmente es capaz de expresar su actitud positiva: quienes lo rodean se sentirán falsos. Tendrás que aprender a disfrutar verdaderamente del mundo y de las personas con las que te comunicas. Trate de notar por sí mismo todo lo más positivo en los demás, y luego aparecerá una sonrisa por sí sola, e incluso los conocidos sombríos y poco sociables comenzarán a responder a ella.
Interés genuino
La gente se alegra cuando está interesada. Si no solo escuchas a tus amigos, sino que también recuerdas de qué hablaron, y en ocasiones también aclaras si aún lograste elegir un azulejo para la cocina, y si el pez de acuario de tu amigo se recuperó, a los ojos de los demás te convertirás un interlocutor atento y sensible con el que es tan agradable comunicarse. Además, siéntase libre de felicitar a sus muchos amigos. Si ha visto algo digno de mención, ya sea un bolso nuevo o ganar un concurso de poemas dirigido por un periódico local, exprese su admiración. La gente te lo agradecerá.
Abajo con atajos
Deja el hábito de etiquetar a las personas. Una chica con anteojos de montura brillante puede no ser necesariamente una hipster, y un chico de pelo largo puede no ser fanático de la música rock. Pero aunque pertenezcan a algún movimiento, en primer lugar son personas con carácter y hábitos propios. Si aprendes a ver a la persona detrás de las etiquetas, la gente te responderá con amor.
Energizar
A pocas personas les gusta comunicarse con una haya sombría y aburrida que responde oraciones en monosílabos. Uno tiene la impresión de estar cansado, no tiene el menor deseo de continuar la conversación y quiere deshacerse del interlocutor lo antes posible. Es mucho más agradable hablar con una persona activa y enérgica que se ve alegre y carga a los demás con su estado de ánimo positivo. Si estás realmente cansado, es mejor que se lo digas directamente a tu interlocutor, para que no piense que estás aburrido de comunicarte con él, y te esfuerces por irte lo antes posible.
Ser cortés
El humor es algo bastante específico y lo que puede parecer divertido a uno puede convertirse en un insulto para otro. Es difícil estudiar a fondo los gustos de todos los que conoce, así que sea cortés y discreto en lugar de hacer bromas. Esta línea de comportamiento complacerá a la mayoría de la gente.