Mucha gente quiere ser apreciada y respetada. Esto no sucede por casualidad, porque una persona respetada se siente más a gusto en la sociedad, y hay muchos menos problemas en su vida que alguien que está acostumbrado a no prestarle atención.
Instrucciones
Paso 1
Antes de comenzar a ganarse el respeto de todos, piense en quién es usted en la sociedad en este momento. ¿La gente se dirige a usted en busca de consejos? ¿La gente escucha su opinión? Si no es así, intente encontrar la razón de esto: puede consistir tanto en su alienación de las personas como en el hecho de que se le percibe como no lo suficientemente fuerte y sabio.
Paso 2
Imagina y trata de imaginar por qué la gente podría respetarte. Haz un dibujo mental de tu yo futuro: una persona fuerte, segura de sí misma y razonable. Esta imagen debe fijarse en su cabeza, y solo después de que esto suceda, pueden comenzar a ocurrir cambios serios en su vida.
Paso 3
Intente pensar por sí mismo, lea más y no se salte los programas informativos. No es necesario que comprenda todas las áreas, pero es una buena idea convertirse en un profesional en varias áreas. Las personas que saben algo bien son tratadas con respeto.
Paso 4
Para ganarse el respeto de los demás, conviértase en una personalidad fuerte, es decir, aprenda a afrontar las dificultades y a salir de situaciones difíciles con dignidad. No tenga miedo de separarse del pasado y cambiar su punto de vista; solo las personas fuertes saben cómo admitir sus errores. Piense en lo que es más importante para usted en la vida, desarrolle una especie de código y sígalo estrictamente.
Paso 5
No seas perezoso. Trabajar y estar en movimiento. Sin embargo, esto no significa en absoluto que debas tener prisa en alguna parte: debes mantener siempre la calma, independientemente de si tienes prisa o no. Las personas que saben controlar sus emociones son respetadas porque parecen sabias.
Paso 6
Y por último, no exageres en tu deseo de ganarte el respeto de alguien, de lo contrario corres el riesgo de convertirte en un esclavo de tu idea, además de volverse dependiente de la sociedad, de sus deseos e ideales. Y las personas adictas, como saben, no son respetadas.