Lo más probable es que, si consulta este artículo, ya tenga algún tipo de mal hábito, y tal vez más de uno. Esto significa que es hora de deshacerse de ellos.
Entonces, lo primero que debes hacer es admitirte a ti mismo que este hábito es realmente dañino y te produce algunas molestias. Deje de convencerse de que disfruta, por ejemplo, de fumar, comer en exceso, la adicción a las compras, la adicción a Internet o beber bebidas alcohólicas. Entiende que esto te está destruyendo.
No se apresure de un extremo a otro, reduzca gradualmente al mínimo la cantidad diaria de cigarrillos que fuma, las horas que pasa frente a un monitor de computadora o los vasos de alcohol que bebe. Los métodos que ofrecen abandonar abruptamente un mal hábito, por supuesto, tienen un lugar para estar, pero métodos tan radicales no son adecuados para todos y no siempre funcionan e incluso pueden agravar la situación. Además, no asuma inmediatamente la eliminación de todos los hábitos a la vez, deshágase de cada uno de ellos.
Intenta motivarte. Busque libros o artículos que revelen la profundidad de su problema. Calcula cuánto dinero inviertes cada mes para dañar tu salud. Lea las historias de personas que han superado con éxito este problema.
Trate de reemplazar un mal hábito por uno bueno, en algunos casos esto también funciona. Empiece a aprender un nuevo idioma, a leer libros y a tomarse un tiempo para ir al gimnasio o trotar. Elija el método de recompensa adecuado y felicítese después de cada buen día.
Otra buena opción es establecer un "precio por palabra". Por ejemplo, tiene un problema de comer en exceso. Sabes que esto es malo para la salud de tu cuerpo y tu apariencia en general, así que decides cambiar la situación. Puedes hacer esto: solo decirte a ti mismo que haces 200 sentadillas, corres 5 kilómetros, das dinero a un vagabundo, etc., hay innumerables opciones. La siguiente dificultad es mantener la palabra dada a usted mismo en caso de falla. Si el autocontrol es difícil o tiene miedo de no afrontarlo, pida ayuda a familiares y amigos, o simplemente haga una apuesta.
Si el primer intento no tuvo éxito, no se desespere y se rinda. ¡Intente una y otra vez, encuentre nuevas formas de erradicar los malos hábitos! Recuerde que esta es solo su decisión y nadie está tan interesado en esto como usted.