Una disputa es un intento de encontrar la solución correcta en algún problema, una forma de demostrar la corrección de su posición y la oportunidad de mostrar su intelecto. Pero es importante en tal discusión no humillar al oponente, no pasar a los insultos y poder corregir puntos de vista.
Instrucciones
Paso 1
Puede iniciar una discusión solo si está bien versado en un tema. No vale la pena iniciar una controversia sobre lo que no sabes mejor que la mayoría. Después de todo, tendrás que dar algunos hechos, probar tu posición, y sin ciertos datos es difícil. Para no equivocarse, a veces es mejor guardar silencio.
Paso 2
Determina por ti mismo, ¿por qué necesitas esta disputa? Si es por el bien de la autoafirmación, no se involucre en ello. Las circunstancias pueden resultar diferentes y es posible que no siempre se encuentre en la situación adecuada. Si, por el bien de encontrar la verdad, entonces vale la pena intentarlo Pero prepárate para que tú también puedas equivocarte y luego tendrás que aceptar la derrota, y esto es humillante. Puede surgir una disputa entre otras personas, y entrar en ella permitirá que aparezcan los detalles, pero si los participantes en la pelea lo necesitan, porque sus motivos no están claros.
Paso 3
En cualquier disputa, es necesario aclarar algunas definiciones y términos. ¿Con qué frecuencia la gente dice lo mismo, pero lo llaman con nombres diferentes? Por lo tanto, discuta esto con anticipación para que todos entiendan lo que se quiere decir exactamente. Esto a menudo conduce al final de la disputa, ya que la terminología a veces da lugar a desacuerdos.
Paso 4
Da tus argumentos, pero sé breve y no te dejes llevar por los detalles. Los detalles son necesarios solo en raras ocasiones y alargan enormemente cualquier discusión. Primero, indique las posiciones principales y, solo si se le solicita, agregue color. Cuanto más clara es la respuesta, más poderosa parece. Ser capaz de expresarse de manera sucinta a los ojos de otras personas lo convertirá en un conversador muy valioso.
Paso 5
Nunca cometas insultos, incluso si tu oponente está tratando de hacer que lo hagas. Hay disputas que se convierten en peleas, pero no hace falta rebajarse a este nivel. No intente humillar a otros colaboradores de la misma manera. Es importante demostrar que están equivocados y no privarlos de su dignidad a los ojos de los oyentes. El respeto y la tranquilidad hacen que una discusión valga la pena.
Paso 6
Si está de acuerdo con su oponente en algo, dígaselo. La posición de una persona puede incluir muchas cosas diferentes. Si algo cree que es cierto, no lo oculte. Pero objeta algo más. Este es un movimiento muy sutil, lleva al hecho de que el interlocutor se vuelve más suave, es más fácil llegar a un compromiso. Además, sepa admitir su desconocimiento, si no tiene ningún dato, no es necesario que los invente. Indique que no lo sabía todo o que no tiene argumentos al respecto. Solo una persona fuerte puede decir que hay una brecha en su educación, pero es imposible saberlo todo.
Paso 7
Habla siempre con confianza. El discurso pronunciado le permite ser convincente. No levante la voz, pero no afirme algo con demasiada suavidad. La presentación de la información debe ser enérgica, esto ayudará a tomar una posición de liderazgo, ganar a la audiencia a su lado.