Cada persona, en un grado u otro, está familiarizado con una misteriosa bestia llamada "Pereza". Alguien ignora diligentemente la presencia de este fenómeno, alguien lucha con él con éxito variable y, para alguien, la pereza es un compañero invariable en la vida. En algunos casos, la renuencia a emprender alguna acción o realizar las actividades habituales resulta beneficiosa. Por ejemplo, en caso de fatiga y agotamiento nervioso, la pereza ayudará a recuperar la fuerza y la eficiencia. Pero, ¿qué pasa si, en el estado normal, todos los intentos de recuperar el enfoque y la productividad han fallado, y las tareas importantes, como estaban sin resolver, siguen siéndolo?
Es importante recordar que cada persona es diferente, por lo que no existe una forma universal de combatir la pereza. Alguien será ayudado por uno de los métodos y alguien encontrará buenos resultados al combinarlos. Pero primero debes averiguar qué es la pereza.
Como regla general, los motivos de este fenómeno pueden ser los siguientes estados y momentos: fatiga (tanto física como emocional), falta de motivación para realizar cualquier tarea importante, deseo del cuerpo de mantener su presencia en la zona de confort. Cada motivo requiere un enfoque diferente. A continuación se muestran las opciones para resolver el problema de la pereza.
1. Primero, debe ocuparse de las tareas más difíciles y las fáciles deben dejarse para más adelante. Este enfoque le permitirá dedicar el máximo esfuerzo y atención a asuntos importantes, lo que tendrá un efecto positivo en la calidad. Además, cuando se completa una tarea difícil y desagradable, se puede sentir satisfacción y alivio. En tal estado de ánimo, las cosas fáciles se harán sin ningún problema.
2. Es necesario mantener el cuerpo en forma, controlar la alimentación, hacer deporte, dedicar el tiempo suficiente a dormir y tratar de preocuparnos y preocuparnos lo menos posible. Cuando una persona está sana y llena de fuerza, tiene la energía suficiente para luchar contra la pereza y superarla con éxito.
3. Recompensar el trabajo es una excelente manera de motivarse para lograrlo. Por ejemplo, por cada tarea completada, puede permitirse una u otra "debilidad" agradable: una nueva compra, una barra de chocolate, ver una película interesante, etc.
4. Las tareas grandes y voluminosas deben dividirse en etapas o "pasos". Así que un asunto importante no parecerá imposiblemente difícil, y el cerebro dejará de resistir reflexivamente cuando se dé cuenta de que no todo es tan aterrador.
5. Deshacerse de las distracciones es bueno para muchas personas. Si necesita trabajar en una computadora, entonces el primer paso es deshabilitar todos los programas relacionados con la comunicación (ICQ, Skype, etc.), cerrar las ventanas del navegador con páginas de redes sociales, correo, etc. Cuantas menos distracciones, mejor y mejor concentración.