A menudo, una persona, que se declara un fracaso, se pregunta por qué otros han tenido éxito y cómo lo lograron. ¿Qué secreto esconden las personas exitosas? De hecho, el éxito consta de muchos factores. Esto no es una coincidencia, ni es un talento innato, no está determinado genéticamente …
Todos entienden el éxito a su manera, para uno, es una cuenta bancaria sólida, para otro, una vida familiar feliz, para el tercero, un despegue profesional. Los psicólogos y filósofos definen el estado de éxito como la realización de la vida, cuya fuente es un sentido de significado en el trabajo y la vida personal. Depende del sistema de valores por el que se guía el individuo.
El componente más importante del éxito es la pasión, el interés. Una persona puede buscar un negocio durante mucho tiempo que lo capturará por completo, traerá satisfacción moral de la actividad. No muchas personas pueden decir con confianza que ya han descubierto esos intereses y pasiones que seguirán toda su vida. La mayoría se prueba en varios campos, hasta que llegan a la realización de la felicidad de un trabajo en particular.
Otro factor que determina el éxito son las actividades para los demás. Una actitud altruista hacia el mundo produce una hormona de la felicidad, una especie de fuerza que alimenta el mayor desarrollo y mejora del individuo.
Pero el factor más importante en el camino hacia el éxito es el trabajo. Es posible que desee hacer realidad un sueño durante mucho tiempo, pero debe hacer un esfuerzo para hacerlo realidad. Si miras las biografías de personas exitosas, puedes ver que aparecieron fallas en el camino de muchas de ellas. Sin embargo, lo consiguieron. ¿Por qué? Porque la perseverancia y la constancia en la consecución del objetivo se convirtió en el momento clave de su vida. Es fácil decidir algo en una situación de buen humor y pensamientos positivos sobre la vida. Es mucho más difícil persistir cuando hay obstáculos en el camino. Jerry West, entrenador y activista deportivo, enfatizó que una persona no puede lograr mucho en la vida si solo trabaja los días en que se siente cómoda. Carol Dweck, profesora de psicología en la Universidad de Columbia, dijo: "Los rasgos principales que caracterizan a las personas que logran el éxito son la capacidad de asumir desafíos y la perseverancia". Esta frase refleja perfectamente el arduo trabajo para lograr el objetivo.
Primero viene la idea de éxito (no necesariamente en el campo profesional o financiero), pero el pensamiento debe convertirse en acción, en pasos concretos para lograr el objetivo. Aquí es donde radica la principal respuesta a la cuestión de la persistencia y la coherencia. Es necesario transformar las acciones en un hábito, y el hábito formará el carácter, la capacidad de afrontar el fracaso, de asumir riesgos para salir de la zona de confort. Como dijo el poeta inglés: “Primero que nada, formamos nuestros hábitos, y luego ellos nos forman”. El círculo se cierra.
Hay una historia asombrosa de un niño que quería ser jugador de fútbol a toda costa. En la infancia y la adolescencia, dedicó mucho tiempo al entrenamiento, soñando con conectar su vida con este deporte. Desafortunadamente, como resultado del accidente, este niño fue ingresado en el hospital. Estaba postrado en cama. Los médicos no le habían prometido demasiado. Argumentaron que si se ponía de pie, era poco probable que regresara al campo. Un día lo visitó un conocido en el hospital. Trajo su guitarra y dijo que en lugar de llorar por un sueño perdido mientras está acostado en la cama, es mejor intentar ocuparse con otra cosa. El niño respondió a esto de mala gana, pero cuando el amigo se fue, tomó la guitarra y trató de tocar algo. No tenía entusiasmo ni ganas de jugar. Al día siguiente, después de despertarse, miró el lugar donde estaba la guitarra. Lo tomó y trató de jugarlo de nuevo. Día a día fue creciendo su interés por la música. Aprendió muchas canciones y con el tiempo empezó a componerlas él mismo. Ese chico era Julio Iglesias, un cantautor español que ha vendido más de 300 millones de grabaciones en todo el mundo. Julio Iglesias tenía talento para el fútbol cuando era niño, pero descubrió su pasión en un campo completamente diferente. A pesar de los obstáculos, fue consistente y no se rindió.
Esta historia es un gran ejemplo de cómo la perseverancia y la coherencia en el logro de una meta son factores que conducen al éxito deseado. El camino hacia la cima es largo y difícil, todo el que se encuentre en él dirá esto.