El miedo es una reacción de defensa natural del cuerpo, principalmente frente a lo desconocido. Incluso en la primera infancia, la gente conoce este estado por primera vez. Pero solo después de años, el miedo se percibe conscientemente, aunque no se vuelve más controlable debido a esto. Sentirse asustado, incómodo, pánico: todo esto es normal si aparece por un período corto de tiempo y no trae muchos problemas. Pero a veces el miedo interfiere con vivir con calma e interactuar con las personas. Y luego se deben tomar medidas.
Hay muchas formas de lidiar con el miedo. Alguien recurre a especialistas en busca de ayuda, y esta es la mejor opción si el miedo ya no se puede controlar y gradualmente se convierte en una fobia. Pero, afortunadamente, puede hacer frente a formas más ligeras por su cuenta.
Método 1. En la bañera de hidromasaje con la cabeza.
Para muchas personas, una especie de terapia de choque es eficaz. Si el miedo no está directamente relacionado con el riesgo para la vida, entonces debe intentar sumergirse en su mismo epicentro. Por ejemplo, si una persona tiene miedo de volar en avión, debe hacerlo con la mayor frecuencia posible, acostumbrándose gradualmente a la idea de que no sucederá nada terrible. O si hay miedo a las multitudes, la mejor opción sería pasar más tiempo en grandes multitudes. Puede resultar muy incómodo al principio, hasta los ataques de pánico. En este caso, es necesario que haya alguien cerca que le ayude, apoye en los momentos difíciles y no deje que el miedo lo abrume.
Método 2. Superación gradual
Para aquellos que aún no están preparados para la terapia de choque o ni siquiera imaginan que esta opción de tratamiento es posible para ellos mismos, existe un método más suave. Su esencia radica en la superación diaria de al menos algún elemento del miedo. Lo principal es no quedarse quieto, no permanecer dentro de la zona de confort. Y con el tiempo, lo más probable es que el miedo se desvanezca gradualmente.
Método 3: agrega un artículo divertido
El miedo es simplemente una reacción mental. Se presta al control, al cambio, a la transformación. Si mentalmente lleva el miedo al extremo, imagina una situación absolutamente absurda, el cerebro dejará automáticamente de percibirla como peligrosa. Habrá ganas de reírse de la asombrosa estupidez de lo que está sucediendo. Esto es exactamente lo que necesitas. La risa en este caso actúa como una verdadera medicina, una píldora mágica para el miedo.
Método 4. Presentar el peor de los casos
Este método no es muy agradable, pero la mayoría de las veces es efectivo. Es necesario relajarse en un ambiente hogareño tranquilo, cerrar los ojos y luego en pinturas imaginar cómo sucede algo que causa un miedo terrible. Por ejemplo, si una persona tiene miedo de avergonzarse frente a la gente, de decir algo mal, entonces debería ver con su mente cómo está sucediendo una situación desagradable. Es muy importante presentar de manera colorida tanto la posible reacción de los demás como la propia, para sentir todas las emociones, por muy incómodas que sean. Y luego necesitas respirar profundamente un par de veces y abrir los ojos. Por lo general, después de tal práctica, uno se da cuenta de que el miedo no es tan terrible y de pesadilla como parecía al principio.