La insatisfacción con las circunstancias externas obliga a la persona a actuar. Sin embargo, el mundo circundante no siempre se adapta a tus intereses e ideas, por mucho esfuerzo que hagas. Solo queda una solución, la más difícil de las aceptables: aceptar la situación.
Instrucciones
Paso 1
Asegúrese de que no pueda hacer nada para solucionar el problema. Antes de renunciar a las mejoras, debe estar seguro de que ha probado todos los métodos y ha hecho el mejor esfuerzo posible. De lo contrario, estará constantemente mordido por la sensación de que aún puede marcar la diferencia.
Paso 2
Encuentre ventajas en el estado actual de las cosas. Si bien las circunstancias lo hacen sentir incómodo, algo en su situación actual debería ser beneficioso para usted. Busque tantos aspectos positivos como sea posible en su posición perdedora. Por ejemplo, después de perder su trabajo, pierde un ingreso permanente, pero tiene mucho tiempo libre para implementar planes y acciones que han demorado mucho tiempo.
Paso 3
Mire un poco hacia adelante. Las circunstancias cambiarán para mejor tarde o temprano. El momento de estos cambios no es siempre, pero a menudo se puede determinar de forma aproximada de forma individual. Puede averiguar por sí mismo cuándo terminará el período desfavorable. Hasta ese momento, reúna fuerzas y espere un momento conveniente en el que pueda expresarse con alegría y cambiar la situación.
Paso 4
Trate la situación con humor y filosofía al mismo tiempo. Dale al problema un toque de buen humor. Aunque difícil, cualquier condición se puede disfrutar y disfrutar. Si logra adaptarse a las circunstancias, después de un tiempo ni siquiera quiere cambiarlas por algo mejor.
Al mismo tiempo, perciba cualquier fenómeno como temporal y transitorio. De acuerdo, es una estupidez darle importancia a un tema que existe hoy, pero no mañana. Es aún más ridículo lamentarse y entregarse al desaliento debido a circunstancias que no le convienen de alguna manera, pero que cambiarán, aunque después de mucho tiempo.