Este material se basa en una gran cantidad de diversos estudios científicos destinados a identificar la relación entre las preferencias gustativas y el estado psicológico de una persona.
Si una persona no puede imaginar su vida sin chocolate, entonces sufre de falta de calor y está solo.
La adicción a los lácteos habla de la necesidad de cariño y ternura. Dado que este alimento está asociado con la leche materna.
Según los expertos, el amor por ciertos productos se remonta a la infancia. Los buenos recuerdos despiertan a la gente a usar tal o cual producto, tal o cual plato.
Las personas que no tienen suficientes emociones en la vida adoran las comidas picantes.
Los alimentos duros como las nueces y los bizcochos se encuentran en las dietas de las personas que aman ganar.
Los amantes de la carne suelen ser nerviosos y agresivos.
Las personas que prefieren las frutas y verduras son más tranquilas y suaves.
Las personas democráticas y generosas prefieren los tomates.
Los pepinos aman las naturalezas sensuales.
Las personas dóciles y demasiado exigentes que también temen las dificultades prefieren los alimentos vegetales. La forma en que se cocinan las verduras también juega un papel importante. Comer verduras crudas habla de salud mental y equilibrio. Los alimentos muy encurtidos, ácidos y salados suelen ser amados por personas con inclinaciones tiránicas. Por ejemplo, a Iván el Terrible le gustaban mucho los encurtidos y la leche agria. Sin embargo, Stalin no podría vivir sin limones y vino.
Las personas diligentes y diligentes adoran la carne y las salchichas hervidas.
Los amantes de los kebabs y la carne ahumada resultan ser soñadores y románticos.
A las personas confiables y consistentes les encanta el queso.