Los pensamientos obsesivos pueden inducir a una persona a actuar tanto negativa como positivamente. Todo depende de la conciencia de estos pensamientos.
Primero, definamos qué es un pensamiento. El pensamiento es un plan, idea o esencia de algo que se forma en oraciones para su transmisión a otras personas. Los pensamientos son el detonante de las acciones humanas. Pueden inspirar a una persona a actuar e incluso pueden matar.
¿De dónde vienen los pensamientos? La base del pensamiento es la imagen que hay dentro de la persona. La imagen en sí es neutra, pero una persona le da importancia a la imagen, lo que lo lleva a una evaluación. Aparece una actitud que puede ser tanto positiva como negativa.
Si una persona atribuye un significado negativo a una imagen, los pensamientos tendrán un significado negativo para la persona. Todos los pensamientos negativos se clasifican como "malos". Ahora recuerde el proceso mismo de la crianza, en el que todo lo malo está siempre prohibido. Desde la infancia, una persona desarrolla un mecanismo psicológico que bloquea temas clasificados como “malos”.
Hemos escuchado la expresión de que el pensamiento es material. Esto significa que un mecanismo simple opera en el mundo, que no tiene excepciones y se manifiesta en todo: este es el nacimiento de lo pequeño e imperceptible al desarrollo grande y visible. Así como un árbol crece de una semilla, un objeto material surge del pensamiento. Todo pensamiento que nace, según la ley del universo, se desarrolla y se vuelve tangible y visible. Pero cuando una persona se prohíbe los pensamientos, estos comienzan a acumularse hasta acumular tal cantidad que una avalancha se llevará la prohibición psicológica impuesta por la persona. Entonces, tal pila de pensamientos se convierte en pensamientos obsesivos. Cuantos más pensamientos obsesivos, más difícil es contenerlos y combatirlos. Sí, y la lucha con él solo dará fuerza a los pensamientos obsesivos, que con el tiempo se manifestarán incontrolablemente, causando daños o problemas en la vida a la propia persona.
Es necesario debilitar los pensamientos obsesivos, y la prohibición, que se basa en una valoración negativa, les da fuerza. Cuando se elimina una evaluación negativa, será posible controlar los pensamientos. Identificamos el pensamiento más intrusivo y nos permitimos considerarlo como bueno y malo. El pensamiento adquiere un significado neutro, que ayuda en el futuro a ver el secreto deseo prohibido de una persona. Habiendo entendido su deseo, que una persona se prohíbe a sí misma, se elimina la razón para crear pensamientos obsesivos. Es suficiente que una persona se dé cuenta de que tal deseo existe y le permita manifestarse favorablemente para sí mismo.
Los pensamientos obsesivos son pensamientos que se manifiestan a través de una cosmovisión distorsionada y adquieren el significado opuesto al deseo mismo, que a menudo asusta a la persona misma.
Solo la conciencia de ti mismo y de tus pensamientos hace posible convertirte en el dueño de tu vida.