En todos los campos de actividad hay personas que hacen poco y hablan mucho. Lo hacen mejor que sus homólogos trabajadores. Y lo hacen solo porque desde que nacen están dotados del don de la elocuencia. Quizás no exista tal persona que dudaría de que, además de la capacidad de hacer algo, es importante poder presentarse. O vender. Entonces, la capacidad de expresar pensamientos correctamente no es tan impráctica si se piensa en ello.
Instrucciones
Paso 1
Entrar en diálogo después de estudiar detenidamente el tema. Los profesores a veces dan "mal" a los estudiantes que son demasiado sofisticados al presentar el tema. Parecen decir muchas palabras inteligentes, pero los profesores experimentados ven cuando una persona no entiende realmente de qué está hablando. Si desea expresar bellamente su brillante idea, tómese la molestia de pensar en todos sus matices en detalle. Para simplificar la tarea, intente contárselo a un anciano, un niño o un amigo que esté lejos del tema. Piensa qué palabras elegirás para convencer a cada una de estas personas.
Paso 2
Utilice un lenguaje sencillo. Después de practicar "con gatos", intente trasladar la presentación simplificada del tema a un diálogo con aquellos que estén interesados en él. Cada profesión tiene un mar de matices que los no iniciados no comprenden. Tienes que hablar con ellos casi como lo harías con los de primer grado. Ingrese al tema desde cero, enfóquese en lo realmente importante, hable de manera simple pero sucinta.
Paso 3
Planifica la conversación. Recuerda las lecciones de literatura y lengua rusa. Por alguna razón, los profesores insistieron en que era necesario aprobar no solo el ensayo, sino también el plan de ensayo. Incluso si eres excelente escribiendo o hablando desde cero, estructurar tu discurso ayuda a que los demás lo entiendan más fácilmente. No seas flojo en escribir las tesis de tu informe, y te entenderán mucho mejor que si decides improvisar.
Paso 4
Utilice ejemplos coloridos y metáforas. La metáfora no es una explicación estrictamente científica. Más bien, es una analogía artística que le permite simplificar cierto tema complejo de discusión en un discurso. El uso de metáforas es un punto fuerte para cualquier hablante. También puedes aprender de esto. Si le resulta difícil encontrar ejemplos vívidos y pegadizos, estudie las colecciones de parábolas, cuentos de hadas y aforismos. Toma imágenes conocidas y encaja en tu situación. Esto ayudará a transmitir el valor práctico de sus pensamientos a las personas.