Es desagradable escuchar insultos en su dirección. Sin embargo, en el proceso de comunicación, esto sucede a veces. Esto puede deberse a una variedad de razones, que van desde problemas en el trabajo hasta relaciones familiares.
Al humillar a otros, una persona busca levantarse. El deseo de ofender a otra persona surge en un individuo en el contexto de su propia baja autoestima. Por lo tanto, quiere compensar el malestar interior y "alimentar" la energía de la persona ofendida. Puede surgir una necesidad similar por las siguientes razones:
- experiencia traumática infantil
Esta es la variación más común que genera baja autoestima y deseo de ofender a otra persona. Durante mucho tiempo, el bebé es humillado, convenciéndolo de que es insignificante. Posteriormente, se comunicará de esta forma con sus hijos, amigos, compañeros de trabajo, etc.
- entorno familiar insalubre
La familia es lo más importante en la vida de casi cualquier persona. Allí descansamos, buscamos apoyo y protección. Por lo tanto, son los agravios infligidos en la familia los que son tan difíciles de eliminar en el alma. Si una persona es constantemente insultada por familiares, esto crea una brecha en el trasfondo emocional, hace que el individuo sea más agresivo e intolerante con otras personas.
- trauma psicológico severo
A veces, en la vida de una persona hay una fuerte crisis emocional bajo la influencia de circunstancias externas. Después de él, la personalidad nunca volverá a ser la misma. Desafortunadamente, a menudo la gente, después de sufrir los golpes de la vida, saca conclusiones equivocadas y se amarga.
Debes darte cuenta de que insultar a otra persona no eliminará tus propias actitudes y creencias destructivas.