El respeto por las personas que te rodean vale mucho. Da la casualidad de que hay una compañía de amigos o un equipo de trabajo, amistoso y muy unido, pero solo unas pocas personas son respetadas en este equipo. Por supuesto, todos tenemos debilidades inherentes, nos perdonamos mucho y no las combatimos, pero los que hemos logrado superarnos a nosotros mismos y las circunstancias siempre imponen respeto. No puedes aprender a respetarte a ti mismo, el respeto solo se puede ganar con tu comportamiento y acciones.
Instrucciones
Paso 1
Primero que nada, aprende a respetarte a ti mismo. Si constantemente te menosprecias a ti mismo y a tus méritos, no te dejas elogiarlos ni celebrarlos, inspira a otros que no has hecho nada sobresaliente, ¿qué quieres de ellos? Por supuesto, con esta actitud hacia ti mismo, todos los que te rodean te tratarán de la misma manera. Acepte siempre los elogios con dignidad, pero tampoco exija sus méritos.
Paso 2
Trate a las personas con respeto, nunca se enorgullezca de su educación, posición, poder o riqueza. No sermonees ni te inmiscuyas en consejos a menos que te lo pidan. Trate de que sus palabras sean coherentes con sus hechos. Adhiérete siempre a los principios que declaras en público, no los cambies, según las circunstancias.
Paso 3
No intente parecer mejor, más significativo, más inteligente de lo que es. El engaño es inmediatamente visible y se ríen de esas personas a los ojos o a sus espaldas. No muestres una ayuda excesiva frente a aquel de quien dependes y no ofendas, no te burles y no te burles de las personas que dependen de ti.
Paso 4
Sea el dueño de su palabra, no haga promesas vacías, obviamente imposibles. Sepa cómo admitir sus errores y admitir honestamente lo que ha hecho. No tenga miedo de disculparse si se equivocó. Exprese siempre sus juicios a la persona en los ojos y no amortigüe detrás de él.
Paso 5
Sea abierto y amigable, listo para venir al rescate en tiempos difíciles, ayudar a un compañero de trabajo o amigo. Sea siempre responsable de sus acciones y no eche la culpa a otros. Aprenda a asumir la responsabilidad o compartirla con los demás. Sí, todo esto es difícil, pero solo trabajando en ti mismo puedes ganarte respeto y reconocimiento.