A veces, las personas con todo su corazón quieren que su preciado sueño se refleje en la realidad lo antes posible. Se cree que, con un deseo apasionado por algo, puedes dar vida a cualquier idea, por poco realista que parezca. Pero la vida está acostumbrada a hacer sus propios ajustes. A veces pasa el tiempo y el sueño sigue existiendo solo en la cabeza.
Soñar para una persona es completamente natural y no dañino. Desde la infancia, las personas piden deseos para el Año Nuevo, cuando ven estrellas fugaces, imaginan su vida futura, llena de alegría y felicidad. Un sueño es algo que excita la imaginación y, a veces, da fuerza para vivir, para seguir adelante, a pesar de las vicisitudes de la vida, la gente quiere que sus sueños se hagan realidad, pero no siempre es así. Los optimistas aseguran: "Los sueños se hacen realidad, porque no hay nada inalcanzable en el mundo". A lo que se hacen eco los pesimistas: “Un sueño debe seguir siendo un sueño, para que sea más bello y deseable”. La verdad es que los sueños no tienen por qué volverse realidad. Especialmente si una persona solo piensa en cómo le gustaría ver su vida, pero no hace ningún esfuerzo. Por lo tanto, es más productivo si los sueños se convierten en metas, hacia cuya realización la persona se esfuerza incansablemente, sin escatimar tiempo ni energía. Quizás a veces un sueño no se haga realidad porque será mejor para una persona. De repente pensó en algo para sí mismo que cambiaría su vida para peor. Además, los deseos no se cumplen si no creen que esto sea realmente posible. La más mínima duda de que mereces la encarnación de tu fantasía bloquea la materialización de las ideas En algunas películas y publicaciones de divulgación científica se da la idea de que el sueño no conoce el tiempo futuro, existe aquí y ahora. Para cumplir su deseo, debe imaginar que ya posee lo que sueña. Sucede que en relación con los sueños, el principio de idealización funciona en la práctica. Está en el hecho de que una persona, pensando en la cosa, persona o relación deseada, se dice a sí misma: "Nunca tendré esto". Y pronto el destino cumple su anhelado deseo, por lo que los sueños pueden no hacerse realidad por diversas razones que la mente humana aún no es capaz de comprender. Pero esto no debería privar a las personas de alegría y felicidad. Necesita poder amar y apreciar lo que posee en este momento.