La imparcialidad es una cualidad insustituible para periodistas, jueces, empresarios, gerentes, psicólogos. Se caracteriza por la equidad e imparcialidad en la toma de decisiones y, al mismo tiempo, lejos del cinismo y la indiferencia. Ser imparcial significa ser objetivo, ser capaz de distanciarse de las emociones y mirar un mismo evento o problema desde diferentes puntos de vista.
Instrucciones
Paso 1
Controlamos las emociones y evitamos tomar decisiones apresuradas. La mayoría de las personas toman decisiones apresuradas, basadas en la visión momentánea de la situación, sus propias emociones o la opinión de extraños. Luego, al ver el resultado de la decisión, comienzan a lamentar lo que hicieron. Pero no siempre es posible corregir el resultado obtenido. Cuando necesite tomar una decisión importante, trate de distanciarse mentalmente de la situación, como si no fuera un participante en ella, sino un observador externo.
Paso 2
Incluso la respiración lenta puede ayudar a calmar sus emociones. Respire profundamente y exhale varias veces, o cierre los ojos y cuente lentamente hasta diez. Si es posible, posponga la decisión para otro día cuando los sentimientos se hayan calmado y pueda ver el problema desde el punto de vista de la razón, no de la emoción.
Paso 3
Analiza la situación e intenta mirarla desde diferentes puntos de vista. Necesita, como en el primer paso, distanciarse del problema existente y convertirse en un experto independiente por un tiempo. Piense en lo que otra persona podría hacer en su lugar, pida su opinión a varias personas. Lo menos recomendable es buscar el consejo de amigos. "Los amigos", dice Christian Friedrich Goebbel, "no pueden ser imparciales y, a menudo, incluso son injustos y tratan de mantener la imparcialidad". Cree múltiples modelos de resolución de conflictos y continúe con el siguiente paso.
Paso 4
Evaluamos las perspectivas para la decisión. La capacidad de mirar hacia el futuro es una cualidad importante de un líder empresarial exitoso. Intente calcular todos los escenarios posibles después de tomar una decisión. Pregúntese: “¿Qué puede pasar un día, un mes, un año, diez años después de hacer esto? ¿Quién, además de mí, se beneficiará de la decisión y quién resultará perjudicado? ¿Qué riesgos pueden acecharme a mí ya otros en esta situación? " Evalúe la perspectiva de cada modelo de comportamiento creado y elija la "media dorada" que más le convenga y sea lo más justa posible en relación con las personas que lo rodean.