La vergüenza es un sentimiento que puede estar presente en la vida de una persona a cualquier edad. Por lo general, ocurre en momentos en que un individuo ha hecho algo mal en su opinión y tiene miedo al juicio del exterior. Estas sensaciones se pueden reducir o eliminar de forma permanente.
Hay dos tipos de vergüenza: ligera y pesada. La vergüenza débil te permite prevenir alguna acción, detiene a una persona antes de comprometerse, el entendimiento de que luego se avergonzará, se ralentiza justo a tiempo; también te permite no volver a cometer malas acciones. Una emoción fuerte puede incluso ser destructiva, provoca un sentimiento de inferioridad, grilletes y en ocasiones empuja a acciones drásticas para castigarse por un acto.
¿Es la vergüenza algo bueno?
El sentimiento de vergüenza se forma en la infancia, en el proceso de educación. Y a veces se imponen creencias falsas a una persona. Por ejemplo, la contención de su cuerpo no siempre es apropiada y necesaria, pero debido a las actitudes de los niños es difícil hacerle frente. A veces es una pena tener mucho dinero, es una pena verse bien entre los demás, es una pena incluso ser feliz. Estas creencias se interponen en la forma de vivir felizmente, no te permiten disfrutar de los momentos muy positivos de la vida. Si está avergonzado, piense, pero ¿es lógico este sentimiento en este momento?
Si la vergüenza tiene que ver con cosas controvertidas, míralo con atención, recuerda en qué circunstancias te dijeron que tal comportamiento no es correcto. Solo debes darte cuenta de que hoy este sentimiento ya no es relevante y desaparecerá por sí solo. Es posible que los escenarios de nuestras madres y abuelas ya no correspondan a las realidades modernas, no es necesario que los lleves contigo.
La vergüenza es el miedo al juicio
Si tienes vergüenza, piensa, ¿y frente a quién te sientes incómodo? ¿Quién entre la gente puede condenarte, decir que estás equivocado? La respuesta a esta pregunta decide mucho, resulta que te sientes incómodo frente a tus seres queridos, quienes quizás nunca sepan lo que estás haciendo. Y si este sentimiento está frente a los demás, analiza, ¿y realmente les interesa lo que has hecho? Las personas piensan solo en sí mismas, no suelen notar algo a su alrededor, no siempre se preocupan por ti.
El miedo a la condena, el miedo a la opinión de otra persona hace que te prives de las alegrías. Renuncias a muchas oportunidades mientras miras hacia atrás a los demás. Pero, ¿su opinión mejora la vida? A veces es mejor hacer algo, recordarlo toda la vida, disfrutar el momento y no pensar en las opiniones de los demás.
Cómo lidiar con la vergüenza
Si te da vergüenza frente a una persona específica, si el evento tiene testigos, entonces no escondas tus ojos, no te sonrojes, pero convierte todo en una broma. Piensa en una frase que la convierta no en una catástrofe global, sino en una broma inteligente. Incluso decir algo simple: "¿Hice esto?" Puede aliviar la tensión de inmediato.
Si la acción causó daño a alguien, causó malestar, entonces no será superfluo disculparse. Pide perdón por tu acción y esto cerrará inmediatamente esta situación. Y aunque cuesta esfuerzo, no es tan difícil hacerlo como llevar contigo todas las experiencias durante varios días o incluso semanas.