Enseñan a decir la verdad desde la niñez, explicando que engañar a otra persona es malo, solo traerá problemas y sufrimiento. Además, una mentira es una falta de respeto hacia el interlocutor y se revela rápidamente. No habrá más confianza en esa persona. Pero hay otras mentiras, para bien.
¿Hay realmente buenas mentiras? ¿Cómo puedes justificar una mentira que te dicen a la cara? Los defensores de la honestidad y la franqueza afirman definitivamente que nada. Mentir es un gran pecado para el alma y una carga para la conciencia. Una persona que se atrevió a mentir debe recordar constantemente su mentira, buscar su confirmación y, por lo tanto, mentir una y otra vez. Será muy difícil salir del círculo vicioso y sería mejor arrepentirse de inmediato, decir toda la verdad, limpiar la conciencia.
Cuando las mentiras son la salvación
Pero la vida no puede llevarse al marco de lo bueno o lo malo, es multifacética y está representada por muchos matices. Por lo tanto, aquellos que piensan en extremos y siguen principios demasiado estrictos, al final, se encuentran en un verdadero dilema. Las mentiras están relacionadas con conceptos similares. ¿Cómo se puede decir al lado de la cama del paciente que le quedan varios meses de vida si la esperanza de recuperación es lo único que hasta ahora le ha ayudado a sobrellevar la enfermedad? ¿Y cómo decirle a un niño pequeño que su madre no es la suya? ¿O confesar a los padres ancianos que su hijo no lleva la vida honesta de la que habla?
A veces, una mentira es un remedio para la persona a la que le están mintiendo. Después de todo, la verdad no es necesaria en todos los casos. A veces, la verdad es lo único que puede dañar e incluso matar a una persona. En este caso, es más sabio y misericordioso recurrir a la mentira, especialmente si existe la esperanza de que la verdad nunca se aprenda y una mentira pueda salvar la vida de alguien.
¿Qué elegir, una mentira o una verdad?
La verdad debería ser más preferible para todo tipo de relaciones: amistad, familia, lazos familiares, relaciones comerciales. En la vida, es la verdad que salva a las personas en la mayoría de situaciones, te permite crear relaciones de confianza, ser abierto y honesto, vivir en paz contigo mismo y con otras personas. Pero el poder salvador de las mentiras tampoco puede desaparecer en algunas situaciones. No se puede destruir familias o amistades con una sola palabra hablada descuidadamente solo porque la palabra es verdadera. Dejar los acontecimientos en el pasado, olvidar los agravios, guardar silencio sobre algunos problemas es también una parte de la vida humana que permite a las personas permanecer juntas durante mucho tiempo.
La persona misma debe valorar cada situación y decidir cuál es la mejor, más amable y misericordiosa actuación en cada caso concreto: decir la verdad o esconderla. Después de todo, es importante no solo ser siempre absolutamente veraz y honesto, sino también ser, sobre todo, una persona amable y sabia, no para dañar a otro, sino para hacer todo por su bien.