Alcanzar el éxito es muy importante en la vida de todas las personas. Es él quien incita a actuar de forma más activa y aumenta su interés. En el corazón del éxito está la relación causal de las cosas. Consta de tres componentes: pensamiento, acción y resultado. Echemos un vistazo al camino hacia el éxito con un ejemplo simple: intente cultivar una flor.
Instrucciones
Paso 1
Pensar. Es necesario establecer el propósito de tu pensamiento. Entonces, estás planeando cultivar una flor. Elijamos cuál. Tienes que decidir por ti mismo: ¿quieres una planta con flores? ¿Cuánto tiempo estás dispuesto a dedicar a cuidarlo? ¿Para qué lo necesitas? Los principales errores en la elección del objetivo del pensamiento radican en la formulación incorrecta del resultado deseado y la sobreestimación de las propias capacidades. Si no sabe qué tipo de flor quiere y no tiene tiempo para cuidarla, ¿cómo puede cultivarla? Si en la etapa inicial no puede explicarse correctamente el objetivo, entonces el éxito no llegará a usted.
Paso 2
Actuar. Si ha plantado una semilla, no espere que crezca sin su participación. Es necesario hacer un esfuerzo sistemático para hacer esto, de lo contrario perecerá. Si este es el caso, debe aprender a analizar errores. Aprenda a aprender de cada mala experiencia. Pregúntese: ¿Hay algo positivo en este fracaso? ¿Por qué no lo lograste la primera vez? Comprenda la razón de su fracaso. Esto le ayudará a no cometer un error similar en el futuro.
Paso 3
Resultado. Por lo general, las personas más exitosas son aquellas que utilizan cada fracaso como motivo para trabajar aún más duro para lograr el éxito. ¿No pudiste cultivar la flor la primera vez? No pasó nada terrible. Definitivamente lo logrará la próxima vez, especialmente porque sabe qué errores cometió la última vez. Recuerde, si hasta que haya logrado alguna manifestación específica de éxito, pensar en ello no debería interferir con el logro de sus metas en el futuro.