Desafortunadamente, incluso aquellos que están absolutamente seguros de la sinceridad y honestidad de quienes los rodean pueden enfrentar la traición por parte de sus seres queridos. Este problema puede surgir incluso después de años de amistad leal o de un matrimonio feliz. En tales casos, surge la pregunta: ¿vale la pena perdonar al traidor o es mejor olvidarse de confiar en él de una vez por todas?
¿Por qué se puede perdonar la traición?
Recuerde que no siempre las personas que engañaron la confianza de sus seres queridos actuaron con malas intenciones. Un esposo o esposa puede tropezar una sola vez y arrepentirse amargamente de su error. Un amigo, al traicionar, puede pensar que en realidad te está ayudando, porque él mismo fue víctima de un engaño en esta situación. Piense en cómo durante mucho tiempo alguien cercano a usted buscó su confianza, cómo demostró su lealtad. Por desgracia, tropezó, pero ¿debería un error anular todas las cosas buenas que se han hecho por usted
Evalúa el acto de quien te traicionó con la cabeza fría. Al principio, después de la desagradable noticia, no podrás razonar con calma y objetividad, así que trata de no empeorar la situación sucumbiendo a las emociones.
Es muy importante comprender si desea continuar la relación con la persona que lo traicionó o no. Tenga en cuenta que se trata de una buena relación íntima, no de una simple comunicación. Por ejemplo, si estamos hablando de una madre, un padre, tu hijo, hermana o hermano, es probable que tengas que afrontarlo más de una vez después. Otra cosa es si está listo para comunicarse abiertamente o planea mantener una relación puramente formal.
Si eliges seguir manteniendo un contacto cercano, debes perdonar la traición. Como regla general, en tales casos estamos hablando de las personas más queridas y queridas que son muy difíciles de borrar de la vida. Si es así, intente comprender que al dejar el resentimiento y la ira en su alma, perderá mucho más de lo que ganará si puede perdonar el daño causado.
El perdón es lo que necesitas
Puedes decidir terminar tu relación con quien te traicionó de una vez por todas. Sin embargo, incluso en este caso, debes poder perdonar. No puede vivir envenenándose constantemente con emociones negativas, sufriendo pensamientos sombríos, experimentando un estrés tras otro. Esto es muy malo para ti.
Al no querer perdonar la traición, una persona puede eventualmente enfrentar una disminución en su autoestima o darse cuenta de que ha dejado de confiar en todos a su alrededor a la vez, empeorando así su propia vida.
Si planeas continuar la relación, simplemente es necesario perdonar la traición, de lo contrario la recordarás una y otra vez y, quizás, comenzarás a vengarte, incluso de manera inconsciente. En este caso, la relación pronto se destruirá y traerá aún más dolor.