Para muchas personas, las situaciones en las que tienes que elegir entre lo racional y lo emocional pueden ser una especie de problema. Es imposible decir inequívocamente que es necesario seguir solo los dictados del corazón o, por el contrario, los argumentos de la razón, ya que mucho depende del caso concreto.
Idealmente, los componentes emocionales y racionales de la personalidad de una persona forman una unión armoniosa, pero en realidad, con mucha más frecuencia estos componentes entran en conflicto entre sí, lo que genera estrés y ansiedad. En tal situación, debe elegir a qué dar preferencia.
Beneficios de un enfoque inteligente
El mundo moderno dicta condiciones bastante duras para la supervivencia y el éxito, y las personas con una perspectiva racional de la vida tienden a actuar de manera más eficiente, logrando mejores resultados que aquellos que confían en los sentimientos y las emociones. Sin embargo, no todas las personas eligen la riqueza, la carrera y el estatus social como sus principales prioridades en la vida. Para muchos, un criterio mucho más importante para el "éxito" de la vida son las relaciones con otras personas, la amistad, el amor, la popularidad. En este caso, por supuesto, “andar por las sendas del corazón” será más correcto.
Debe tenerse en cuenta que la combinación de principios racionales y sensuales en una persona, de hecho, forma una individualidad, hace que un individuo sea diferente de otro. Al mismo tiempo, sería un error creer que una persona que se apoya en la razón en todo no tiene una individualidad pronunciada, porque la ausencia de emociones es también una especie de sentimiento. Sin embargo, incluso un individuo absolutamente racional no puede estar seguro de que la estrategia elegida por él conduzca necesariamente al éxito, ya que en el transcurso de la consecución de sus objetivos se verá obligado a interactuar con personas capaces de realizar acciones impredecibles desde el punto de vista de la persona. razón. En consecuencia, el cálculo frío no siempre está justificado, aunque, por supuesto, en la mayoría de los casos, la mente aún gana, si no estamos hablando de interacciones sociales.
Viviendo por la voluntad del corazón
Sin embargo, las personas emocionales que buscan seguir sus sentimientos experimentan incluso menos confianza en el futuro. Ignorar los argumentos de la razón en un mundo construido sobre relaciones mercancía-dinero, contratos, obligaciones y acuerdos puede conducir en última instancia al desastre. Incluso las relaciones más cálidas y sinceras pueden colapsar debido a acciones ilógicas, no obligaciones, problemas cotidianos banales.
Es por eso que uno no debe confiar completamente solo en el corazón o solo en la mente. Es necesario aprender a combinar armoniosamente las emociones y el cálculo, tratando de evitar situaciones en las que los sentimientos contradigan la mente. Al final, esta combinación te permitirá experimentar toda la plenitud sensual de la vida, al mismo tiempo que serás consciente de lo que está sucediendo desde un punto de vista racional. Este enfoque hará que la vida sea más brillante, más interesante y significativa, pero convencer a la mente y al corazón de que no entren en conflicto puede ser difícil.