Opiofobia: este es el nombre científico del miedo a visitar a los médicos. Sucede que el paciente experimenta pánico frente a dentistas, ginecólogos y otros especialistas. Pero puedes luchar contra esto.
Signos de opiofobia
Las palpitaciones del corazón, los mareos, las náuseas, las rodillas temblorosas, el habla incoherente, la confusión, la falta de aire son todos indicadores del miedo a acudir a un centro médico. El horror causado por los médicos puede incluso llevar a la pérdida del conocimiento.
El miedo a la sangre es otro tipo de opiofobia. Y el miedo más común es visitar a los dentistas. Aunque ahora se practica un tratamiento dental indoloro, muchos todavía experimentan náuseas y mareos antes de visitar un centro de salud.
A algunos les preocupa que puedan ser diagnosticados con una enfermedad incurable, mientras que a otros les resulta difícil tolerar el olor de las drogas y el ambiente hospitalario.
Miedo a los médicos: cómo afrontarlo
Hay algunos consejos prácticos que le ayudarán a superar su miedo:
1. Trate de canalizar sus pensamientos en una dirección positiva. Piense en algo bueno.
2. Comprenda que el objetivo del médico es ayudarlo.
3. Es mejor visitar a los médicos en las primeras etapas de la enfermedad. No demore el proceso de tratamiento.
4. Puedes llevar un reproductor o un libro contigo, esto te ayudará a distraerte de los pensamientos aterradores.
5. Pregúntele a su médico las preguntas que le interesen.
En algunas personas, la opiofobia puede manifestarse desde la niñez. La razón suele ser una mala actitud, así como la negligencia de los médicos.
Las visitas al médico quedan grabadas en la memoria, por lo que el niño siempre tiene miedo. En este caso, debe tener una conversación con él, cuéntenos cómo se llevará a cabo el examen.
Si a su hijo le van a aplicar una vacuna o un análisis de sangre, dígale que no es tan doloroso como parece. En cualquier caso, deberá acompañar al niño al hospital. No lo dejes solo con miedo.
En algunas clínicas, especialmente las clínicas dentales, para combatir la opiofobia, ponen música relajante en la oficina, y también sugieren usar lentes de video especiales, haciendo que el proceso de tratamiento sea placentero y no aterrador.
Puede elegir de forma independiente una clínica con una buena actitud hacia los pacientes. Si el miedo a los médicos le persigue, no puede sobrellevar el miedo por su cuenta, puede consultar a un psicólogo. Ayudará en la lucha contra las fobias y recogerá sedantes. Después de unas pocas sesiones de psicoterapia, le resultará más fácil soportar sus visitas al médico.
Debe recordarse que el miedo al pánico de los médicos y el tratamiento inoportuno pueden contribuir al hecho de que la enfermedad se vuelve crónica.