A menudo no es necesario tener ningún talento especial para convertirse en el alma de la empresa. Solo necesita poder mantener una conversación, ser interesante, seguro y llamar la atención. Incluso una persona modesta y demasiado tímida puede lograr el éxito en esto, si solo trabaja en sí mismo.
Instrucciones
Paso 1
Empiece por usted mismo. Si no puedes estar en el centro de la conversación de ninguna manera, entonces el punto no es que te encuentres con personas malas, sino que tú mismo no sabes cómo comportarte correctamente. Supere la timidez y el miedo a los interlocutores, relájese. Deshágase de las actitudes de "manténgase callado y escuche" y "mantenga un perfil bajo, sea discreto" que se les enseña a algunos en la niñez.
Paso 2
Sea usted mismo, no tenga miedo de mostrar sus sentimientos. Pero al mismo tiempo, intenta comunicarte con sencillez, evitando el patetismo excesivo, las frases pretenciosas, la lectura de notaciones y la moralización. Utilice gestos para mejorar y enfatizar el efecto de sus palabras. Pero no se exceda: los gestos bruscos y amplios no siempre son apropiados.
Paso 3
Saber mantenerse en el marco de la conversación y hablar de lo que es interesante para los demás. Estar en el centro de la conversación significa saber encontrar un tema común y desarrollarlo para que todos los participantes en la discusión estén interesados en escucharte. No toque temas delicados (política, religión, etc.), de lo contrario, sus palabras pueden causar hostilidad por parte de otros interlocutores cuyos principios difieran de los suyos. En general, tenga cuidado con sus juicios.
Paso 4
No murmures ni digas demasiado. Los interlocutores deben estar realmente interesados en escucharte, y para lograrlo, vale la pena trabajar tanto en la dicción como en la habilidad misma de hacer discursos. Sea breve y claro. Sea igualmente acogedor y benevolente con todos en la conversación para ganar su favor.
Paso 5
No olvide que debe poder no solo hablar, sino también escuchar. Estar en el centro de una conversación no significa dar largos monólogos sin dejar que la otra persona interrumpa las palabras. No interrumpa cuando la otra persona está hablando, pero sea capaz de captar y desarrollar el pensamiento mencionado a tiempo. Para llamar la atención de alguien que ya se está aburriendo, menciónelo o hágale una pregunta.