Muchas veces en la vida hay situaciones en las que desea compartir sus experiencias con un ser querido, amigo, jefe o con un extraño que ha tenido una gran influencia. Ocurre que al mismo tiempo la situación no nos permite expresar nuestros sentimientos o no sabemos cómo hacerlo. ¿Qué hacer en este caso? Un ejemplo es también la situación del amor no correspondido, cuando no hay forma de confesar tus sentimientos.
Sucede que es simplemente imposible expresar ningún sentimiento. O sabemos de antemano que la otra persona no los aceptará, o la situación hace que una conversación personal sobre este tema simplemente carezca de sentido. Y hay mucho que expresar. Pueden ser sentimientos no expresados hacia un ser querido, resentimiento hacia un amigo y agresión hacia un jefe.
Sin embargo, hay formas en las que puede obtener el mismo o casi el mismo efecto que tener una conversación personal y franca con alguien sobre temas que son relevantes para usted.
Conversación mental con una persona significativa, dirigida por un psicoterapeuta
Debe imaginar a la persona elegida en una silla a cierta distancia de usted y comenzar a decir todo lo que le gustaría decir.
Si actúa de esta manera, entonces, en algún nivel, en realidad se está comunicando con la persona y transmitiéndole sus emociones y sentimientos. Al pensar en alguien, construyes una conexión emocional invisible, que en este caso se utilizará como una forma de reemplazar el contacto personal.
¿Recuerdas los momentos en los que solo pensabas en alguien, cómo esta persona te llamó después de unos segundos? ¿O tuviste ansiosas premoniciones sobre alguien y luego realmente resultó que esa persona se encontraba en una situación difícil? Esto prueba que la transferencia de información es posible no solo en persona.
Entonces, al hablarle de sus sentimientos a la persona que presentó frente a usted, construye una conexión emocional y tiene la oportunidad de expresar todas sus emociones. El psicoterapeuta en este caso sirve como amplificador de esta conexión y ayuda a darse cuenta de todos los matices de sus experiencias. Es en presencia de una tercera persona que incluso puedes sentir cómo una persona importante para ti responde a lo que dices. En algún momento, comienza a sentir cuánto acepta, con qué emociones reacciona, se siente confundido o inspirado.
En muchos casos, si ha resuelto muchas contradicciones emocionales en sí mismo, entonces el encuentro real posterior con esta persona lo sorprenderá gratamente, ya que los resultados de su trabajo aparecerán en él.
Expresando sus sentimientos por escrito
Si no tiene la oportunidad de trabajar con un terapeuta, puede realizar este proceso usted mismo. Para ello, coge una hoja de papel y, dirigiéndote mentalmente a la persona de tu elección, escribe una carta sobre todo lo que quieres transmitirle. Sea absolutamente sincero. Puede describir sus sentimientos negativos, las expectativas que quizás no se hayan cumplido y las esperanzas que tiene. Lo principal aquí es escuchar constantemente tus sentimientos y estar en contacto contigo mismo. Cabe agregar que no es necesario enviar la carta.
Después de tal estudio de sus sentimientos, la relación cambia para mejor. Tú mismo comienzas a reaccionar de manera diferente: más equilibrado, con mayor comprensión y sabiduría.