Todos cometemos errores. ¿Cuántos de ellos hay por día? ¿Uno? ¿Dos? ¿Seis? Todo depende de la personalidad. Se puede aprender una lección útil de cada error, para esto basta con mirarse desde afuera, analizar su comportamiento. Las herramientas en el camino hacia la introspección serán un diario personal, videos y conversaciones contigo mismo.
Es necesario
diario, videos antiguos
Instrucciones
Paso 1
Para aprender a verse a sí mismo desde el exterior, en primer lugar, dé un paso simple: comience un diario. Hermoso, que es agradable de sostener en tus manos. ¡Sí, sí exactamente! No es oneroso, pero es increíblemente útil. En un diario, anote regularmente sus emociones e impresiones de su día. Releyendo notas antiguas, un poco más tarde podrás hacer pequeños descubrimientos, encontrar pros y contras, rasgos buenos y malos en ti mismo, evaluar tus acciones en una situación determinada. El diario parece permitirle dar un paso atrás, mirar su vida y sus acciones desde afuera y, por cierto, a menudo asegurarse una vez más de que cualquier problema tiende a terminar.
Paso 2
De vez en cuando, los psicólogos aconsejan utilizar un sistema de análisis de tres pasos. Por ejemplo, esta noche siéntese en una silla, trate de recordar su día en detalle. ¿Cómo comenzó? ¿A quién viste hoy? ¿Cómo terminó? El segundo paso es trabajar. ¿Qué pasa con la oficina (escuela, fábrica, etc.)? ¿Está todo bien aquí? ¿Si no, porque no? La tercera etapa es la vida en su conjunto. Ahora intente analizarlo y luego compare estos tres pasos. ¿Quizás es hora de cambiar algo?
Paso 3
Además, vea fotos y videos antiguos donde fue capturado. Se recomienda especialmente el análisis de video. Le permite detectar aquellas características en el comportamiento que no estaría de más corregirlas o deshacerse de ellas por completo. Al principio, después de ver los videos, puede tener emociones fuertes. Tu tarea es intentar pasar de ellos a acciones constructivas para mejorar tu carácter y tu preciosa vida. En general, lo mejor es vernos desde fuera, la crítica nos ayuda, lo principal es que no se convierta en una autocrítica constante.