Una persona puede reaccionar de diferentes formas a las situaciones de la vida y a las cosas que le rodean. Ira, resentimiento, rabia, tristeza, miedo … Estas reacciones son negativas, pero no siempre negativas. El miedo es la herramienta más poderosa para la supervivencia humana. Sin embargo, cuando los miedos son infundados, se interponen en el camino de la vida. Estos incluyen miedos infantiles que deben aprenderse a superar.
Instrucciones
Paso 1
Las personas de diferentes edades tienen diferentes miedos. Aunque los motivos de la aparición del miedo son muy diversos, tienen un componente común. Estas son experiencias y emociones negativas vívidas asociadas con el objeto del miedo o con eventos que precedieron a una situación desagradable.
Paso 2
Hay suficientes métodos para lidiar con los miedos. Su eficacia puede evaluarse solo cuando se trabaja con un miedo específico de una persona en particular, teniendo en cuenta su género, edad, carácter, condiciones de vida, situación económica y social, religión y otros factores. En cualquier caso, la forma más fácil de lidiar con los miedos es en la niñez. Si una persona trae mucho miedo a la edad adulta, puede complicarle la vida de manera significativa.
Paso 3
La mayoría de los miedos se pueden superar en la niñez. Hay suficientes condiciones de vida cómodas, una actitud sensible, una explicación clara, ritos y juegos inventados "anti-miedo" destinados a asegurar que el niño pueda sentir su fuerza y sentirse seguro. Reemplazar las experiencias negativas con emociones agradables más fuertes vividas varias veces en una situación que anteriormente asustaba al niño puede desplazar los miedos infantiles.
Paso 4
Sin embargo, aquí también hay trampas. Si utiliza comparaciones cuando intenta convencer a su hijo de que sus temores no están justificados, asegúrese de que sus ejemplos no asusten al niño aún más. “¿Las inyecciones dan miedo? Aquí está la operación …”Después de tal comparación, es posible que el niño ya no tenga miedo a las inyecciones, pero adquirirá un miedo más persistente a la intervención quirúrgica.
Paso 5
Si utiliza el principio de "patear una cuña por una cuña", puede enfrentarse al hecho de que un miedo previamente insignificante se convertirá en una enfermedad pronunciada. Entonces, algunos padres, "ayudando" a su hijo a superar el miedo al agua, lo empujan a un estanque bajo el lema "flotará, no irá a ninguna parte". Y luego gastan tiempo y dinero en tratar al niño con un psiquiatra por acuafobia.
Paso 6
Al criar a un intrépido cachorro de león, es importante no exagerar. Un niño que no le teme a nada arriesga mucho más que uno temeroso. Si tiene serias dudas sobre lo que puede hacer, es mejor buscar la ayuda de un psicólogo. Pero en cualquier situación, recuerde: la comprensión, la bondad, la paciencia y el amor son la mejor medicina para los miedos infantiles.