Si vas al gimnasio y tu progreso es lento o nada, entonces necesitas aprender a superarte en el entrenamiento. Nuestras posibilidades están limitadas solo por nuestra conciencia. Para que sus entrenamientos sean más efectivos y el progreso no se detuvo durante años, necesita conocer algunos consejos simples pero muy útiles. Esto es lo que se discutirá.
Por lo tanto, ha estado entrenando durante años, pero los beneficios de la formación son cada vez menos tangibles. Ya has pensado en dejar de entrenar, pero lo intentas, luchas contigo mismo y vuelves al gimnasio o campo deportivo con la esperanza de que este entrenamiento te traiga el resultado deseado. Y en cuanto cruzas el umbral del gimnasio, la inspiración desaparece y el entrenamiento vuelve a fallar. Este es un problema psicológico y debe abordarse de inmediato.
No te fuerces, no es necesario que consideres el entrenamiento como un deber, trata de darte cuenta y sentir que esta es exactamente tu elección. No programes un entrenamiento, solo ve al gimnasio y haz lo que te apetezca hacer. Haz algunos de estos entrenamientos "para el alma" y te pondrá en el camino correcto. Después de eso, ya puede comenzar a planificar su entrenamiento y establecer metas para usted mismo. Estos dos sencillos consejos te ayudarán a comenzar a ejercitarte adecuadamente y a superarse.
Además, para que el entrenamiento brinde más beneficios, debe dejar de sentir lástima por usted mismo. Hablamos de ello a menudo, pero lo olvidamos todo el tiempo en el entrenamiento. No sientas lástima por ti mismo, esto no significa que necesites levantar pesos insoportables y entrenar durante 3 horas o más. No. No permitas pensamientos de fatiga. Al hacer los ejercicios, concéntrese en superar el peso, en lugar de observarse a sí mismo (por lo general, ocurre lo contrario). Si no funciona, trata de no contar las repeticiones, pero elige el peso correcto y haz tantas repeticiones como puedas, con el tiempo se convertirá en un hábito y entrenarás más duro.
Y el último aspecto es superar el dolor durante el esfuerzo. No tengas miedo al dolor. Es imposible enseñarlo, pero todos pueden. Necesita establecer una meta y actuar. Me digo a mí mismo: sí, tal vez me sienta mal después de esto, sí, tal vez me desmaye, ¡pero lo haré! Y actúa con esos pensamientos. Mientras hace este ejercicio, concéntrese en los músculos que trabajan. Cuanto más tarde, mejor. Recuerde, ¡cada pensamiento extraño disminuye los beneficios de su entrenamiento! Concéntrese en la respiración, los latidos del corazón, las sensaciones en los músculos cuando hace ejercicio, ¡y luego la efectividad de sus entrenamientos aumentará significativamente! ¡Buena suerte!