Hay un tipo especial de personas, después de comunicarte con las que te sientes como si te hubieran exprimido literalmente como un limón. La fuerza se fue a alguna parte, hubo vacío y fatiga. Parecería que solo intercambiaron un par de frases, pero tu estado interior sugiere lo contrario. Estas personas se denominan vampiros de energía y se debe evitar la comunicación cercana con ellos. Para reconocer a un vampiro de energía, necesitas saber cómo distinguirlo de un simple interlocutor.
Instrucciones
Paso 1
Eso sí, la primera señal es si después de la conversación tienes la sensación de vacío y debilidad antes mencionada. Se siente cansado, quiere dormir, su estado de ánimo desaparece y aparece la debilidad. Para evitar esto, debes identificar el vampiro energético a tiempo.
Paso 2
Esto se puede hacer de la siguiente manera: esta es su forma de hablar. El vampiro es el primero en entablar una conversación, y en una conversación prácticamente no te escucha, habla más él mismo. Su forma de hablar es autoritaria y agresiva, cualquier intento de objetar encuentra una resistencia feroz o una fría retirada del tema de conversación y la transición a otro tema.
Paso 3
La persona no cumple con el contrato social. Por ejemplo, compartes una buena noticia, pero la reacción no es en absoluto positiva: el interlocutor te arroja una tina llena de sus problemas y, además, sientes su disgusto, que todo está bien contigo, pero él está malo. Intenta con diligencia evocar simpatía y lástima, y también intenta hacerte sentir incómodo.
Paso 4
El interlocutor no considera tu opinión y considera necesario imponer la suya, y no importa para nada que digas lo mismo. Él puede decir lo mismo, y con las mismas palabras, y se esforzará por convencerte de que él tiene razón y tú no. Su principal objetivo en este caso es desequilibrarlo.