El comportamiento de un adulto y un niño es muy diferente. Pero alguien, incluso en la edad adulta, a veces se comporta de manera inconsciente, pero hay quienes, mientras aún estaban en la escuela, aprendieron a asumir la responsabilidad. Una persona no crece por sus años físicos, sino por lo que tuvo que soportar.
El proceso de cambio humano ocurre gradualmente, y el punto no está en la transformación física, sino en la edad psicológica. Primero hay un descuido infantil, luego un maximalismo juvenil, pero gradualmente todo esto es reemplazado por la tolerancia y la calma. Si a la edad de 15 años podía expresar honestamente sus pensamientos, después de los 20 debe contar con los demás, ya que el bienestar a menudo depende de ellos.
Edad y responsabilidad
Muy a menudo, los psicólogos asocian el crecimiento con obligaciones que recaen sobre los hombros del individuo. Cuantas más funciones asume una persona, más rápido crece. Si en la niñez un niño tiene sus propias responsabilidades, si entiende que debe hacer algo, que nadie lo reemplazará, y el incumplimiento le traerá terribles consecuencias, rápidamente aprende a ser independiente. Si los padres protegen al niño del estrés, están listos para asegurar en cualquier momento, entonces el bebé simplemente se niega a crecer, no es rentable para él.
Tener una familia, los niños te hace crecer muy rápido. Cuando una pareja, niños y un frigorífico vacío esperan en casa, una persona moviliza sus fuerzas, busca una salida, toma decisiones y eso lo convierte en un adulto. La incapacidad para renunciar a las funciones sociales, la necesidad de ganar dinero y mantener a alguien contribuye en gran medida al aumento de la edad psicológica.
La intensidad de la vida
Cada persona vive a su propio ritmo. Alguien hace muy poco al año y alguien demasiado. Al vivir en modo rápido, madura más intensamente. Cuantos más eventos han pasado, más circunstancias se viven, más rápido se acumula la experiencia, surge la sabiduría mundana. Esto se ve claramente en niños que a menudo se mueven, entienden fácilmente a las personas, saben adaptarse a los equipos y alcanzan grandes alturas.
Cualquier experiencia brinda la oportunidad de volverse más independiente e importante, pero no hay necesidad de confundir conocimientos teóricos y habilidades prácticas. A veces, una persona obtiene una educación, lee muchos libros, toma decenas de seminarios, pero al mismo tiempo no se da cuenta de todo lo que ha recibido. Esto no promueve el crecimiento, solo aumenta la cantidad de herramientas que se encuentran inactivas en el subconsciente. Solo la actividad brinda la oportunidad de cambiar, solo los aciertos y los errores brindan una experiencia muy importante. Es importante trabajar, aplicando lo aprendido en la práctica, mejorando el proceso, haciendo cambios y ajustes.
Un adulto es una persona independiente que se basa solo en sí mismo, no depende de las opiniones de otras personas, puede crear condiciones cómodas para la vida y también comprende lo que quiere en el futuro, hace intentos por mejorar su mañana.