La procrastinación se puede resumir como un hábito patológico de posponer las cosas importantes para mañana. Su peor consecuencia es un sentimiento de opresión moral, que se forma bajo el peso de asuntos pendientes. Entonces, la procrastinación puede y debe combatirse.
Dejar salir
Formule y anote todos aquellos pensamientos que le impiden funcionar plenamente: miedos, dudas, tal vez desgana para ponerse manos a la obra. Es importante llegar al fondo y romper todas las barreras mentales.
Analizar
Analiza los pensamientos sobre obstáculos. Es importante comprender qué los causa. Por cierto, la mayoría de los científicos están convencidos de que los procrastinadores tienen mucho miedo a la condena externa. ¿No es esta la raíz de todos los males también para ti?
Da una promesa
Una vez que haya decidido sus razones, llegue a un acuerdo consigo mismo para detener la procrastinación. Escriba un plan detallado sobre cómo, cuándo y por qué está trabajando para lograr un objetivo. Las metas pequeñas no le resultarán abrumadoras, y los plazos estrictos le harán moverse y no ser perezoso.
Deja de culpar
Perdónate por no haber trabajado en el pasado. Qué pasó, qué pasó. Los sentimientos de culpa actúan como un freno en el camino hacia nuestros logros futuros, y en la lucha contra la dilación, esto puede ser fatal.
Sin indulgencias
No te dejes llevar. Excusas como, "Hago lo mejor que puedo en el último momento", no están motivadas científicamente. Además, los científicos están convencidos de que cuando están estresados, los trabajadores cometen muchos más errores. Así que haz todo a tiempo.
Empiece por lo importante
La procrastinación inteligente se trata de posponer las cosas pequeñas en nombre de lo que es importante, no al revés. Si aprende a establecer prioridades, el problema de la procrastinación se resolverá por sí solo.