¿Para qué sirve la oración? Todos responden esta pregunta por sí mismos. La oración ayuda a alguien a mantener la mente tranquila, alguien le pide a Dios amor y protección. Lo más importante de entender es que la oración tiene el poder de cambiar el destino de una persona. Da fuerza, entusiasmo para vivir y actuar, para hacer lo correcto.
Se sabe que de 5 a 20 minutos de oración atenta al día pueden calmar la mente de una persona. Si reza 20 minutos al día, su destino para ese día se vuelve favorable, pero no se crea un nuevo destino. Si son 40 minutos al día, entonces el destino ya está cambiando. Si uno reza durante más de 40 minutos al día, entonces el conocimiento aparece en el corazón de cómo cambiar lo que causa ansiedad. ¡Y más de 1, 5 horas de oración al día no solo dan conocimiento de cómo cambiar el destino de uno, sino también la fuerza para cambiar!
El momento más favorable para la oración es temprano en la mañana, antes de las 6 am. En este momento, la persona que ora no se distraerá con pensamientos extraños. Cuanto más alto salga el sol, más difícil será rezar. Es posible que aún no tenga la motivación para levantarse tan temprano. Pero intente hacer esto lo antes posible. Y luego el deseo de levantarse temprano aparecerá por sí solo cuando vea y sienta los cambios en su propia vida. Por la noche, después de la puesta del sol, también es muy beneficioso despejar la mente con la oración, para deshacerse de las consecuencias negativas del día vivido. La oración vespertina, como una lluvia de energía, es invaluable para nuestra conciencia.
Para sentir el poder de la oración correcta, debe sentarse con la espalda recta frente a la imagen de una persona santa, un ícono o una imagen del Señor. Puede poner las Escrituras frente a sus ojos, si es tan habitual en su fe. Entonces necesitas encender el sonido de una persona santa, esto puede ser el sonido de un coro o una oración.
Mientras escucha atentamente el sonido de una persona o grupo de personas que recuerdan al Señor, comience a repetir la oración. Es mejor si en la oración se apela al Señor o sus nombres. Trate de escuchar con atención las grabaciones de audio de los que oran y trate de adoptar su estado de ánimo durante la oración. Hay tres estados de ánimo con los que es muy bueno orar: anhelo del Señor, un estado de ánimo de servicio y amor por el Señor. No se preocupe si no siente nada especial al principio. Después de un tiempo de práctica, comenzará a manifestar tales emociones y sentimientos. Lo principal durante la oración es no dejar que pensamientos extraños entren en su cabeza y tratar de concentrarse completamente en la repetición.
Mientras ora, esté agradecido al Señor por lo que tiene. No necesita pensar en los problemas durante la oración, en sus peticiones al Señor. No hay necesidad de esto, se resolverán automáticamente si practica constantemente la oración por la mañana. Recuerde, debe concentrarse en el sonido, es él quien tiene el poder de cambiar el destino.