La negatividad afecta negativamente el funcionamiento de nuestro cerebro. Esto ha sido probado por expertos. El lloriqueo de otro es una de las fuentes de este daño. ¿Cómo lidiar con esto sin arruinar tu relación con una persona que es esencialmente un quejica? Hay 3 formas probadas.
Muchos expertos, en particular Trevor Blake, creen que el cerebro es algo similar a un músculo. Además, diferentes actividades lo afectan de diferentes maneras. El negativo se debilita y el positivo se fortalece y entrena.
Las quejas de otra persona son una fuente de daño para nuestro cerebro
Solo 30 minutos de lloriqueos de otra persona al día y las emociones resultantes afectan negativamente nuestro cerebro. Además, lloriquear no significa tanto quejas sobre la vida como falta de ganas de hacer frente a los problemas que se han caído. Por tanto, también se le pueden atribuir malas noticias en varios tipos de medios.
Como resultado de este impacto negativo, el cerebro pierde algunas de las neuronas que podrían usarse de una manera más digna: por ejemplo, para la actividad mental.
¿Cómo afrontar este problema? No te dejes arrastrar por la negatividad de otra persona. Si una persona realmente necesita un consejo, lo pedirá o hará al menos algunos intentos para encontrar una solución al problema. Si una persona solo se queja, sin ningún intento y sin deseos de corregir la situación, quiere que te unas a él en su corriente de negatividad.
¿Cómo protegerse de la negatividad de otras personas?
Los expertos aconsejan varias formas de protegerse de la negatividad:
- Distancia. Los llorones empedernidos se pueden comparar con los fumadores. Con este último, corre el riesgo de convertirse en un fumador pasivo si está cerca. La situación es la misma con los llorones.
- Piense en una solución al problema. A veces, una simple pregunta "¿Qué planeas hacer en esta situación?" Si una persona es un llorón, dejará inmediatamente de quejarse. Porque esas personas necesitan una solución al problema en último lugar.
- Si los dos primeros métodos no ayudaron, los métodos de defensa psicológica pueden ayudar. Si no se pudo evitar una conversación con una persona eternamente dolorida, puede imaginarse cubierto con una gorra que protege contra las quejas sin sentido de otras personas. O un manto invisible. O en una playa paradisíaca. Puede asentir cortésmente con la cabeza, hacer preguntas comprensivas y disfrutar de una isla paradisíaca.