Cada color afecta a diferentes personas de manera diferente. Pero el rojo es especial, ya que es él quien resulta más repulsivo y al mismo tiempo seductor para el ojo humano.
El rojo es muy brillante e intenso. Puede ayudar a una persona a iniciar un movimiento activo, energizarse y tonificarse. Las personas que prefieren la ropa de este color suelen ser muy activas y cariñosas. Este color estimula la actividad productiva, hace que el cerebro trabaje más y permite una toma de decisiones más rápida.
El rojo también puede estimular áreas del cerebro que responden a la resistencia. Por ejemplo, si el jefe en el trabajo es grosero y grita, entonces, bajo la influencia de este color, es más probable que responda. La terapia que usa este color se usa a menudo en hospitales para combatir enfermedades asociadas con la depresión.
Bajo la influencia del rojo, la circulación sanguínea de una persona, el metabolismo mejora y el cuerpo también comienza a combatir las enfermedades de manera más efectiva. Además, este color llama la atención, no en vano se utiliza para señalar una parada en un semáforo. La exposición excesiva a este color puede tener consecuencias negativas. En particular, el sueño puede deteriorarse, la persona se excita más y se vuelve más difícil para él controlar las emociones.