El comportamiento de una persona mentirosa siempre es diferente del comportamiento de una persona sincera. Un pequeño detalle, a veces perceptible solo para un psicólogo experimentado, aún delata al engañador, sin importar cómo se disfrace: pueden ser expresiones faciales, pantomima, postura. La mirada del interlocutor también puede decir si está diciendo la verdad.
Instrucciones
Paso 1
Si una persona miente, es posible reconocer el engaño. Seguirá habiendo pequeñas inconsistencias entre las palabras y los gestos (incluida la expresión de los ojos), aunque resulte difícil distinguirlos. Lo principal es determinar si el interlocutor tiene requisitos previos para mentir y si tiene sospechas.
Paso 2
El primer signo de una mentira es la mirada desviada. Pero esta no es una cifra absoluta. Algunas personas, incluso con un discurso sincero y ordinario, no miran al interlocutor, sino que se vuelven hacia un lado, por lo que les resulta más fácil encontrar palabras y gestos. Tales personas, engañando, por el contrario, pueden mirarte a los ojos e incluso mirarte con algún desafío.
Paso 3
Cambio en la expresión de los ojos. Como regla general, la persona que miente todavía tiene miedo de ser revelada, de ahí la expresión un poco asustada. Sin embargo, no confunda el miedo a revelar el engaño y la vergüenza habitual frente a un extraño o una situación inusual.