Escuchar es una de las habilidades de comunicación más importantes no solo para los psicólogos, sino también para personas de todas las profesiones, así como en la vida cotidiana. Escuchar con atención al interlocutor no es tan fácil como parece, porque la mayoría de las personas durante una conversación piensan en otra cosa, miran la pantalla del teléfono o interrumpen, imponiendo su opinión.
¿Por qué la escucha activa?
Mucha gente interrumpe al interlocutor para demostrar que se equivoca y expresar su punto de vista. Pero el interlocutor ya no querrá abrir su alma si ve que su opinión no es importante.
A veces vale la pena escuchar a otra persona, ahondar en el significado de sus palabras, comprender lo que está pensando. Después de todo, ya conocemos nuestra opinión, podemos tener en cuenta la de otra persona. Quién sabe, quizás también nos sea útil. Además, una persona que realmente sabe escuchar y posee las habilidades de la empatía atrae a la gente.
¿Cómo aprendes a escuchar?
Hay 5 componentes sin los cuales la escucha activa es imposible.
Deje a un lado los teléfonos, los libros, las tabletas y concéntrese en la otra persona. Piensa en él y no en otra cosa. Haz de la otra persona el objeto central de tu conciencia, mírala directamente. Es muy importante no solo estar atento a las palabras del interlocutor, sino también notar sus expresiones faciales, pantomimas, gestos, entonaciones. Se han escrito cientos de artículos y libros sobre el habla no verbal, donde cada uno de estos puntos está escrito en detalle.
Asiente, sonríe donde sea necesario, repite la expresión en el rostro de tu interlocutor. Deje que la otra persona note que su atención está dirigida a él. Anime a la persona a continuar la conversación. Cuando una persona se da cuenta de que no solo la escuchas, sino que también quieres continuar la conversación, expresará sus pensamientos de manera más voluntaria y abierta.
Es importante para el interlocutor que su opinión sea entendida desde todos los lados. Haga preguntas aclaratorias: “Entiendo que … (idea parafraseada del interlocutor). ¿Quieres decir que? . La repetición de las últimas palabras del interlocutor, así como la recapitulación periódica de lo dicho, resulta muy eficaz.
Mientras la persona está hablando, no interrumpa. Que dé su opinión. Además, los pensamientos críticos deben evitarse temporalmente. Si comienza a pensar en cómo la otra persona está equivocada y cómo lo diría, dejará de escucharlo y se ocupará de sus propios pensamientos. Intenta ponerte en su lugar, considera la situación desde su punto de vista.
Si tu opinión no coincide con la opinión del interlocutor, exprésala con respecto al punto de vista de otra persona. No debe haber declaraciones groseras y duras que refuten la opinión del interlocutor.