Una persona a menudo tiene que expresar su opinión sobre cualquier tema, entablar discusiones, discutir tal o cual problema, objetar y probar su caso. En otras palabras, discuta con otras personas. Por desgracia, no todo el mundo sabe cómo comportarse de forma educada y cultural durante una discusión. Muy a menudo se trata de una exacerbación de la situación, descortesía, transición a las personalidades. Como resultado, una pelea, un estado de ánimo echado a perder, una reputación de persona descortés y desenfrenada.
Instrucciones
Paso 1
En primer lugar, cada participante en la disputa debe comprender y recordar firmemente: cualquier persona, incluso la más inteligente y educada, puede cometer un error. Por tanto, no consideres tu opinión la única correcta, no sujeta a discusión, no la impongas a los demás. Incluso si se está discutiendo un tema en el que usted está muy bien versado. Y los profesionales de renombre mundial a veces cometían errores.
Paso 2
Recuerde: una persona educada y educada siempre convence a los demás de que tiene razón con los argumentos, no con la mala educación. Por lo tanto, absténgase de una reacción despectiva a las palabras de su oponente como "¡Qué tontería!" o "¡Mierda!", incluso si sus palabras, por decirlo suavemente, no fueran las más razonables. Escuche atentamente sin interrumpir y luego exprese con calma y cortesía su punto de vista. Si cree que el interlocutor se equivocó, indique clara y claramente en qué se equivocó exactamente, dónde está el eslabón débil de su razonamiento.
Paso 3
Realice un seguimiento de sus expresiones faciales, gestos. Una persona educada, escuchando al interlocutor, no hará muecas de desprecio, no fruncirá el ceño como por un dolor de muelas, y ni siquiera se distraerá desafiante, demostrando con toda su apariencia que las palabras ajenas son una frase vacía para él. Sí, es muy posible que tu oponente esté diciendo tonterías o que se haya comprometido a hablar con confianza en sí mismo sobre aquello en lo que está poco versado. No le da crédito. Pero debes comportarte con dignidad de todos modos.
Paso 4
Incluso si el interlocutor te molesta, habla con él en un tono tranquilo y educado, en ningún caso no te rebajes a bromas punzantes, consejos para volver a la escuela, etc. Por supuesto, ni una sola persona que se respete a sí misma permitirá que uno hable con desdén sobre la afiliación racial, nacional o religiosa de un oponente. Esto es absolutamente inaceptable.
Paso 5
Si usted mismo ve y siente que su oponente está firmemente en su posición, no vale la pena continuar con la discusión. ¿Por qué perderías tiempo y energía en un trabajo deliberadamente sin esperanza? Trate de terminar la conversación con algún pretexto plausible, por ejemplo, refiriéndose a estar ocupado, un asunto urgente. En casos extremos, siempre puede decir, también con cortesía y calma: "Bueno, que todos se queden en su propia opinión".