La mente humana se divide en 2 niveles: conciencia y subconsciencia. En el momento en que una persona piensa, reflexiona, la mente consciente se convierte en un participante activo en este proceso. El próximo destino de los pensamientos es el subconsciente.
La mente subconsciente es responsable de diversas emociones. Si los pensamientos fueron positivos, respectivamente, las emociones serán las mismas y viceversa. Se cree que el subconsciente es el área más misteriosa y poco estudiada.
La mente subconsciente como forma de sobrevivir
El comportamiento de una persona en una situación determinada está determinado por el subconsciente. Su tarea principal es garantizar la supervivencia de su propietario en diversas situaciones de la vida, incluidas las extremas.
Este proceso está controlado por los instintos humanos, que, a su vez, forman parte del subconsciente. En situaciones que amenazan la vida, en primer lugar, cualquier persona intenta, en primer lugar, salvar su propia vida y solo luego a otras personas. Esto no puede llamarse egoísmo, ya que tales procesos no están controlados por la persona misma, sino por su subconsciencia. Esto es lo que ha ordenado la naturaleza.
El subconsciente está constantemente tratando de traducir los pensamientos e ideas humanos en realidad. Además, no importa si estas ideas son optimistas o pesimistas. Es un hecho científicamente probado que en el momento en que los pensamientos se transfieren al subconsciente, las células cerebrales experimentan cambios.
Sucede que en cuestión de días este nivel de inteligencia puede ayudar a resolver los problemas de una persona. También sucede que se necesitan meses e incluso años para solucionar este problema.
Engaño de la conciencia
La subconsciencia no puede controlar constantemente a una persona y su comportamiento, y aquí llega el turno de otro nivel de razón, es decir, la conciencia. Por ejemplo, cuando una persona se enamora, su comportamiento está impulsado exclusivamente por los instintos.
En este caso, entra en juego la conciencia, que comienza a inculcar en el objeto de amor cualidades que en realidad no posee, tratando de hacer ideal la imagen de esta persona. La conclusión es que debido a la participación de la conciencia en el proceso de enamoramiento, puede durar mucho tiempo.
A menudo, los mismos eventos y hechos provocan pensamientos y emociones opuestos y diferentes en las personas. Por ejemplo, algunas personas asocian un hábito tan común como fumar con la calma y la paz. Otros dibujan en sus cabezas una imagen de las terribles consecuencias que pueden ocurrir como resultado de fumar.
Esto se debe a que a menudo la conciencia va en contra del subconsciente, tomando el lado opuesto. Esto puede generar confusión o consecuencias irreparables.