La afirmación de que la vida se da una sola vez es cierta de todos modos. Incluso si crees en la teoría de la transmigración de las almas, debes recordar que no habrá otra vida así. Para aprender a amar la vida, es necesario empezar a vivir aquí y ahora, en el momento presente. Cuando empiezas a vivir con recuerdos o sueños optimistas del futuro, te pierdes en la vida real.
Instrucciones
Paso 1
Empiece agradecido por lo que ya tiene. Escriba en su diario todo lo que ha logrado hasta ahora y de lo que está orgulloso. Puede describir los éxitos en el trabajo, en la familia, en la actividad creativa, en los deportes, las adquisiciones materiales más importantes. Describe tus habilidades positivas y rasgos de carácter. Ahora agradece a la vida misma, a ti mismo, a las fuerzas creativas del Universo por todo esto. Registre nuevos logros y éxitos en su diario todas las noches y comience con gratitud todas las mañanas. Al enfocar tu atención en los aspectos positivos, aumentarás tu autoestima, aprenderás a valorar la vida y a disfrutarla.
Paso 2
Haga una cosa todos los días que le brinde alegría y satisfacción moral. Al despertarse por la mañana, piense: "¿Cómo puedo complacerme hoy?" Puede ser comprar algo con lo que ha soñado durante mucho tiempo, un viaje a un salón de belleza, charlar con amigos, ir al circo con toda la familia, ver una película interesante, escuchar su música favorita, hacer un pasatiempo., o simplemente caminar al aire libre. Al concentrarse en amarse a sí mismo y a las personas que lo rodean, se sintoniza para disfrutar de la vida. Intenta sonreír con más frecuencia y disfruta del momento. Encuentra alegría en aquellas cosas que antes te parecían mundanas.
Paso 3
Sea capaz de perdonarse a sí mismo y a otras personas por el dolor causado, acciones y palabras inapropiadas. El resentimiento, el odio, la autoflagelación, el remordimiento, el arrepentimiento por el pasado no nos permiten regocijarnos en lo que hay en el presente. Al enfocarnos en los lados negativos del ser, pensando constantemente en lo malo, dejamos de amar la vida y envenenamos nuestra propia existencia. Perdónate a ti mismo primero y pide perdón mentalmente a aquellas personas que alguna vez han sido lastimadas. Si es posible, hazlo en realidad. Entonces perdona a los que te han hecho daño. Di con calma: "Te perdono y te libero con amor". Cuando la pesada carga del pasado deje de dominarte, cuando busques la alegría y te agradezcas por todas sus manifestaciones, aprenderás a amar la vida.