Las personas modestas, tranquilas y tímidas a menudo admiran las cualidades inherentes a las personalidades fuertes: la capacidad de defenderse, defender sus intereses y proteger a sus seres queridos. Sin embargo, si lo desea, también puede aprender a comportarse de esta manera con los delincuentes.
Instrucciones
Paso 1
Aprenda a ser paciente y desapegado. Un error bastante común de las personas débiles es que en una situación estresante actúan guiados por las emociones y no por la razón. Pueden entrar en pánico, llorar o responder al agresor con una agresión precipitada y eventualmente fallar. Aprenda a no reaccionar tan bruscamente ante eventos desagradables. Una ceja levantada, una mirada de perplejidad y un elocuente silencio en respuesta a un insulto del interlocutor lucen mejor que lágrimas o declaraciones en el espíritu de "él es".
Paso 2
El conocimiento es poder. Cuanto más amplios sean sus horizontes, más posibilidades tendrá de encontrar la respuesta correcta y razonable a las reclamaciones en su contra. Nunca sabrá de antemano qué puede serle útil durante una discusión con un oponente. Esto puede ser tanto documentación técnica para su computadora como información sobre los rituales matrimoniales de los babuinos, que obtuvo de una película de divulgación científica.
Paso 3
Aprende a decir no. A muchos niños (especialmente a las niñas) se les enseñó a ser educados, dulces, amables y confiables. De hecho, en casa y en la escuela con un niño así hay muchos menos problemas. Sin embargo, en la edad adulta, quienes te rodean pueden comenzar a usar estas cualidades sin vergüenza, y tú, por costumbre, cumplirás con sus requisitos, tratando de complacer a todos. Pero si no está ansioso por encontrarse con el hijo de un colega en automóvil en el aeropuerto o hacer un transbordo para su sobrina, tiene derecho a decir "no" sin dar ninguna razón. Y cuanto más a menudo ejerza su derecho, mejor lo hará.
Paso 4
Haz que tu opinión sea escuchada. Para empezar debes empezar a expresarlo, si no lo has hecho antes, de lo contrario los demás entenderán que estás insatisfecho con algo, o que algo no te conviene. Deja el hábito de adaptarte a todos. Si le resulta incómodo encontrarse en un bar donde sus amigos lo invitan a reunirse, dígalo. Si esto no afectó la situación de ninguna manera, rehúse reunirse. La próxima vez, sus intereses serán tratados con más cuidado.