Un voyeur es una persona a la que le encanta espiar las actividades íntimas secretas de los demás. Por ejemplo, disfrazarse o alguien teniendo sexo. El voyeurismo se considera una desviación sexual, a pesar de que en pequeñas cantidades es inherente a una gran cantidad de personas. El voyerismo se denomina enfermedad cuando reemplaza a todos los demás modos de actividad sexual.
Voyeurs a nuestro alrededor
Según las estadísticas oficiales de los sexólogos, hay aproximadamente un 10% de mirones en el mundo. Pero generalmente esto se entiende como una forma bastante seria de enamoramiento con este tipo de comportamiento desviado, olvidándose de los "simples" mirones. ¿Quiénes son estos llamados mirones domésticos? Para probar si eres un pequeño voyeur, responde la siguiente pregunta: ¿Alguna vez has disfrutado viendo a tu pareja sexual cambiarse o quitarse la ropa? Si es así, esto ya se considera una forma de voyerismo, aunque lo suficientemente inocente.
Durante la adolescencia, el voyerismo suele ser común entre los hombres que sienten curiosidad por saber cómo son las niñas. Todo el mundo ha escuchado historias de cómo los chicos solían espiar a las chicas en los vestidores y duchas. Nadie considera que esto sea una desviación, aunque tal comportamiento está mal visto. En el mundo moderno, el voyerismo adolescente "vivaz" y curioso prácticamente ha desaparecido, siendo sustituido por numerosas fuentes de información de este tipo en Internet. Por cierto, sí, ver películas pornográficas y eróticas y obtener placer o excitación sexual también es una forma de voyeurismo.
La popularidad del voyerismo también se evidencia en los numerosos peep shows y clubes de striptease, de los cuales hay muchos en todo el mundo. Todos ellos no se aburren sin clientes, lo que significa que hay suficientes personas que quieren entrometerse.
Voyeurs serios
Como ocurre con cualquier juego sexual, el voyerismo también tiene serios seguidores. A veces se vuelven así por una falta crónica banal de una pareja sexual. En otras palabras, para los solitarios, la combinación de voyerismo y masturbación es bastante posible para obtener la tan esperada satisfacción. Sin embargo, son muy pocas las personas que prefieren conscientemente el voyerismo al sexo tradicional.
Se considera que una desviación bastante grave es la tendencia a mirar furtivamente, cuando la "víctima" no tiene idea de que lo están mirando. Incluso si la otra persona, habiendo aprendido acerca de la propensión de la pareja a espiar, acepta jugar este juego, la primera pierde el deseo de hacer algo tan pronto como se da a conocer sobre su pecado secreto.
Según los médicos, el voyerismo se considera un problema cuando la vida sexual se vuelve altamente dependiente de satisfacer la adicción a este fetiche. Es decir, si un mirón no logra entrometerse, entonces no estará satisfecho con el sexo, por muy bonito que sea desde otros puntos de vista. Sin embargo, esto rara vez ocurre. Como regla general, tales desviaciones se explican por fuertes impresiones recibidas de espiar en la infancia, a veces la razón puede ser la enfermedad mental de una persona.