A primera vista, la capacidad de arrepentirse caracteriza a una persona en el lado positivo. Hay momentos en los que se necesita apoyo y consuelo. Sin embargo, la lástima puede ser destructiva, agotadora e interferir con su vida y la de sus seres queridos.
Los orígenes de la piedad
En la mayoría de los casos, las mujeres tienden a sentir lástima por quienes las rodean, quienes a menudo son criadas en consecuencia, aunque esta desventaja es inherente a los hombres. "Ten piedad de tu abuela, está cansada y no puede jugar contigo", "Mamá nunca se sentó en el trabajo, ¿no sientes pena por ella?" - Tales frases dan la impresión de que es bueno y correcto sentir lástima por los seres queridos. Sin embargo, si lo desea, puede encontrar motivos de lástima todos los días. Por eso, es importante poder detenerse a tiempo.
Como duele la piedad
Aunque tienes las mejores intenciones, la lástima puede herir a quienes te rodean. Ella no te anima a trabajar en ti mismo ni a cambiar nada en tu vida. Una persona que siente lástima puede sufrir durante años en un trabajo que no ama y preocuparse por no poder hacer nada en la casa. Si recibe apoyo regularmente, será tratado como un paciente, tratando solo de complacerlo, aliviarlo de todos los problemas domésticos para no agravar la situación, es poco probable que algo cambie. De esto será peor tanto para el que es compadecido como para el objeto de compasión.
¿Vale la pena arrepentirse?
Sientes lástima por una amiga que sufre con una esposa caprichosa, por tu madre, que, con la llegada de la edad de jubilación, dejó su carrera y se mudó a una dacha, por una amiga de la escuela que no tiene hijos. Sin embargo, existe la posibilidad de que estas personas, al enterarse de su reacción, se sorprendan e incluso se ofendan. Habla con ellos y la compasión puede desaparecer después de sus respuestas honestas. Un amigo puede ser feliz, complacer los caprichos de su esposa y sentirse al mismo tiempo un hombre fuerte que gana. Mamá encuentra que cultivar rosas es mucho más pacífico que informar. La amiga es feliz en su soledad y dedica todo el tiempo a la autorrealización. Estas personas no necesitan tu compasión, ya que ellas mismas están satisfechas con todo.
Más que lástima
Piensa, ¿tus seres queridos son solo dignos de lástima, o tal vez son capaces de evocar diferentes emociones en ti? Recuerde sus éxitos recientes, observe las cualidades personales que poseen. Probablemente merecen amor, orgullo, admiración. Recuérdate periódicamente que estas son personas independientes y fuertes, y luego el deseo de abrazarlas contra tu pecho y llorar juntos por su destino te visitará cada vez menos.
Ayuda en lugar de lástima
En lugar de sentir lástima por su ser querido, intente ayudarlo. Si la persona afirma su problema por sí misma, siéntense y propongan una solución juntos. El esposo no está satisfecho con el trabajo: abra un sitio web con vacantes, elabore un currículum y envíelo a un posible empleador. El hijo se peleó con sus compañeros: lávese las abrasiones y escríbalas en la sección de kárate. Una amiga se queja de la falta de dinero: ofrézcale ganar algo de dinero en su oficina.