Es una buena idea hacer un horario hermoso para todas sus cosas urgentes y no tan importantes. Pero por alguna razón, nunca es posible seguir el horario exactamente. Algunas tareas toman más tiempo de lo planeado originalmente, otras se pasan por alto a pesar del cronograma y aparecen circunstancias imprevistas con una frecuencia alarmante. Pero aún así, seguir el cronograma y mantenerse al día con todo siempre es posible, si se tienen en cuenta algunas reglas.
Instrucciones
Paso 1
Haga un horario para cada día. Incluso si tiene una lista de tareas pendientes para hacer dentro de un mes o una semana, no le quita nada a su planificación diaria. ¿De qué otra manera puedes manejar tu vida si no puedes planificar ni siquiera un día?
Paso 2
Utilice un planificador de papel. No le teme a las caídas de energía ni a las averías del ordenador. Además, según los psicólogos, todo lo que se escribe con lápiz sobre papel se deposita en la memoria de una persona mejor que lo que se captura en una pantalla.
Paso 3
Al programar, divida sus actividades en cinco grupos. El primer grupo incluye asuntos muy urgentes. Deben hacerse a toda costa. En primer lugar, asuma esas cosas, incluso si es vago o no sabe de qué lado abordar la solución del problema. El segundo grupo incluye asuntos que son importantes, pero no particularmente urgentes. Es recomendable hacerlos según lo planeado, pero no pasará nada malo si mueves un poco los plazos. El tercer grupo: cosas que se pueden confiar a alguien: un colega, un subordinado, un esposo, un hijo. Y por último, anote las tareas en el cronograma, que, en principio, pueden abandonarse.
Paso 4
No se fije plazos precisos hasta el minuto. No eres un tren eléctrico de alta velocidad, sino una persona viva. Si escribe su informe no a las tres y media de la tarde, sino a las tres de la tarde, no pasará nada malo. Resuelve otro problema más rápido de lo esperado. Pero si no encajas en el marco que te propusiste, empezarás a ponerte nervioso, a enfadarte y, como resultado, será aún más difícil seguir el cronograma.
Paso 5
No se culpe si todo lo planeado y planeado no siempre sale bien. Recuerda la ley de Pareto. Dice que una persona logra el ochenta por ciento del resultado con el veinte por ciento de esfuerzos. Por el contrario, el ochenta por ciento de todos los casos crea solo el veinte por ciento del resultado. En otras palabras, cuatro quintas partes del tiempo estás haciendo esencialmente cosas innecesarias. Entonces, ¿vale la pena enojarse si algo se sale de su horario?