Las mayores decepciones de nuestras vidas son el resultado de expectativas decepcionadas. Esto es especialmente cierto en las relaciones y la comunicación con otras personas. Si reduce las expectativas de algo de los demás, la decepción también disminuirá en proporción. ¿Qué se necesita para esto?
1. Deja de esperar que la gente esté de acuerdo contigo. Si expresa su decisión u opinión, no es absolutamente necesario que la persona esté de acuerdo con él. Cuánta gente, tantas opiniones. Por lo tanto, no espere estar de acuerdo con usted.
2. Deja de esperar ser respetado más de lo que te respetas a ti mismo. Y no espere ningún sentimiento mutuo de las personas.
3. Deja de esperar que agrades a los demás. No tiene que gustarle a todo el mundo. Además, es imposible complacer a todos. En cualquier sociedad, siempre habrá personas que no estarán satisfechas con algo. Tienes que darlo por sentado. Si no le agradas a alguien, acéptalo como un hecho, no hay nada de qué ofenderse ni de qué enojarse.
4. Deja de esperar a que la gente se adapte a tu idea de ellos. Amar y respetar a las personas significa permitirles ser ellos mismos. Si dejas de esperar que la gente se comporte de cierta manera, entonces podrás apreciarlos más.
5. Deje de esperar que la gente entienda lo que está pensando. Mucha gente asume, especialmente en el caso de las mujeres, que otras personas pueden adivinar lo que estás pensando. A menudo, otros ni siquiera saben lo que está pasando por su cabeza, así que no espere que todos lo entiendan.
6. Deje de esperar a que la gente cambie drásticamente. Si un ser querido tiene un hábito que le molesta, no debe esperar que desaparezca pronto si se lo cuenta. Cambiar a una persona es absolutamente inútil, es mejor dejarlo solo y cuidarse.
7. Deje de esperar que las personas estén bien en todo momento. Nuestra vida está así organizada: después de una caída, hay una subida, después de una subida, seguramente ocurrirá una caída. Dar por sentado. No debes esperar que las personas siempre sean buenas, este mundo está organizado de tal manera que no todo estará siempre en orden, pero todo se puede cambiar.
Tan pronto como damos todas estas cosas por sentado y dejamos de esperar algo de las personas, nuestra vida cambiará inmediatamente para mejor.